Por Jorge Santa Cruz
(Publicado de manera original en Sin Compromisos)
Es miércoles 20 de abril. Son las 10 de la mañana con 30 minutos. Una camioneta del gobierno de la Ciudad de México se encuentra estacionada casi a un lado del módulo de policía que está en el extremo poniente del camellón de la avenida Faja de Oro, en los límites de las colonias Tezozómoc y Petrolera, de la alcaldía Azcapotzalco de la ciudad de México.
El vehículo ocupa un lugar prohibido; infringe lo establecido por el nuevo reglamento de tránsito de la Ciudad de México, pero eso no importa: sus tripulantes gozan de impunidad porque tienen la protección del gobierno encabezado por Claudia Sheinbaum.
En la parte posterior de la caja de la camioneta se exhiben vegetales empaquetados que se venden a bajo precio. Una persona más ofrece —también muy baratos— frascos pequeños de una fórmula que contiene millones de probióticos.
Los servidores públicos, salvo la chica que vende los probióticos, portan chalecos color guinda, que es el de Morena, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador y de la jefa de gobierno capitalina, Claudia Sheinbaum Pardo.

La escena la completan dos tablas, cada una con su respectiva pinza metálica en la parte superior. Ambas pinzas sujetan unas hojas blancas en las que se escriben los datos de las personas que adquieren los productos a bajo costo. Usted sabe: es bueno saber quiénes son, pues quedan a merced de las estrategias de chantaje político-electoral.
Ese tipo de políticas asistenciales mitiga momentáneamente la falta de alimentos de las familias en condiciones de pobreza, pero no resuelve de fondo su precaria situación económica.
La mejor forma de ayudarlas es fomentando el empleo en condiciones dignas y con una paga justa, lo cual les permitiría adquirir los productos y servicios necesarios para vivir sin estrecheses, y poder ahorrar para vivir sin necesidad de que el gobierno en turno les dé un poco de dinero o les ofrezca despensas incompletas a un precio inferior al del mercado.
Eso, sin embargo, afectaría al actual partido que gobierna a México (Morena), mismo que reproduce los esquemas de asistencia y control corporativo del que emanó de la revolución Mexicana (el actual PRI), basados en la administración electoral de la pobreza y en el dominio de los campesinos, obreros y grupos sociales por parte de comisarios ejidales, dirigentes obreros y líderes dizque populares al servicio del régimen.
Es necesario, por lo demás, que las personas beneficiadas por los programas asistencialistas sepan que la ayuda que reciben la pagan los contribuyentes, no los gobernantes quienes —en su mayoría— se ostentan como gobernantes generosos cuando, en realidad, son unos vivales que lucran con la pobreza de la mayoría. Son los que aparentan ser corderos indefensos cuando son temibles lobos rapaces.
* Periodista y académico universitario | @JorgeSantaCruz1
Columna anterior: Discurso previsible
(El presente artículo se publicó de manera original en Sin Compromisos y se replica en este espacio con autorización de su autor)


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