Robles Montoya niega educación comunista y cuestiona posturas conservadoras

Por Gabriela Díaz | Reportera

El diputado federal Benjamín Robles Montoya aseguró que la «cuarta transformación» no impuso educación comunista ni adoctrinamiento a los niños mediante los libros de texto, desestimando enérgicamente estas afirmaciones ampliamente difundidas en los medios de comunicación.

Consideró tales argumentos como una absoluta incoherencia, sin fundamentos racionales, y sugirió que reflejaban un pensamiento conservador anclado en el pasado.

En su capacidad como vicecoordinador del grupo parlamentario del Partido del Trabajo (PT), Robles Montoya lamentó el resurgimiento de la ultraderecha mexicana, la cual, según él, muestra su falta de ética, su inclinación antidemocrática y su estrechez mental al atacar a un gobierno democráticamente elegido por la mayoría de los ciudadanos.

Derecho a la educación

El diputado señaló que tales ataques pasan por alto el derecho a la educación de los niños y el interés superior de la infancia.

El legislador rechazó las pretensiones de la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), una organización vinculada al PAN y al Yunque, la cual, en su opinión, tiene una larga historia de posturas conservadoras y medievales.

Argumentó que la UNPF no debería imponer su ideología oscurantista a los niños mexicanos.

Reforma comunista

Robles Montoya recordó que en el pasado, grupos conservadores tacharon la reforma educativa de comunista y acusaron que buscaba adoctrinar a los estudiantes.

También se opusieron a la educación sexual, a la regulación del cannabis con fines recreativos y a la posibilidad de que las niñas en la ciudad de México usen pantalones o faldas en la escuela.

En un intento por «iluminar el oscurantismo intelectual de estos conservadores», el diputado resaltó que la Constitución mexicana es la máxima ley del país, y la educación es laica y se basa en el respeto a la dignidad humana, con un enfoque en los derechos humanos y la igualdad sustantiva. –sn–