La extracción de agua en la ciudad de México provoca un riesgo sísmico creciente: académica de la UNAM
Por Paola Ramírez | Reportera
La extracción de agua de la ciudad de México a profundidades de 100 a 300 metros ha generado un fenómeno de subsidencia que está contribuyendo al hundimiento gradual del terreno y aumentando la vulnerabilidad sísmica de la metrópoli, según afirmó la investigadora Marisa Mazari Hiriart del Laboratorio Nacional de Ciencias de la Sostenibilidad de la UNAM.
Esta preocupante situación se discutió durante el Foro 19S «Vulnerabilidad urbana en Ciudad de México, sociedad y riesgos».
El investigador Enrique Cabral Cano del Instituto de Geofísica destacó que este fenómeno de subsidencia, causado en gran parte por la extracción de agua subterránea, se ha registrado en México durante más de 120 años, desde finales del siglo XIX.
Demarcaciones de la ciudad
Actualmente, 853 áreas urbanas muestran un hundimiento con una velocidad superior a 2.8 centímetros, afectando a menos de siete millones de viviendas y a 21.4 millones de personas, lo que equivale al 15 por ciento del área urbanizada del país.
En el contexto de la ciudad de México, el riesgo socioeconómico debido a la subsidencia y al fallamiento asociado afecta principalmente a las demarcaciones de Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Iztacalco, Tláhuac y Venustiano Carranza, según señaló Cabral Cano. Además, tras el sismo de 2017, la velocidad de subsidencia aumentó considerablemente.
Mazari Hiriart enfatizó que la zona sísmica de la Ciudad de México, que se encuentra en los antiguos lagos de la región, es altamente vulnerable debido a la composición del suelo, que se asemeja a una «gran gelatina» de arcilla moldeable. La extracción de agua subterránea, junto con otros factores como las fallas geológicas, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático, crea un escenario de inminente desastre.
Densidad demográfica
La expansión urbana descontrolada de la capital ha provocado un consumo de 60 metros cúbicos por segundo de agua, lo que representa menos del 0.2 por ciento del total nacional pero aloja casi el 20 por ciento de la población del país, creando una densidad demográfica que aumenta la vulnerabilidad.
La directora de la Escuela Nacional de Trabajo Social, Carmen Casas Ratia, subrayó la necesidad de reconocer esta vulnerabilidad urbana y abordarla desde diversas disciplinas para identificar áreas de oportunidad y mitigar los riesgos.
En el evento también participaron otros académicos como Naxhelli Ruiz Rivera, investigadora del IGg y titular del Seminario Universitario de Riesgos Socioambientales, y Daniel Rodríguez Velázquez, de la ENTS. –sn–

