Therapyside ayuda a afrontar las consecuencias psicológicas de una mastectomía

Someterse a una mastectomía tiene múltiples efectos físicos para las mujeres con cáncer de mama, siendo el más evidente la pérdida del pecho.

Por Verónica Estrada | Reportera

La mastectomía salva vidas. Se trata de un procedimiento estándar en el tratamiento del cáncer de mama que tiene una alta efectividad, sobre todo en el caso de la mastectomía preventiva, y que, gracias a los numerosos avances médicos, hoy también permite la reconstrucción mamaria posterior a la cirugía.

A pesar de ello, someterse a una operación de estas características no es una decisión fácil y puede tener un gran impacto negativo en la autoestima y la propia identidad. Las pacientes que se someten a ella lo hacen pueden experimentar ira, rabia o sentimientos de culpa o frustración por pensar que podrían haberla evitado de alguna manera, ya sea dejando de mantener conductas de riesgo o detectando antes los signos del cáncer, además de tener tendencia a desarrollar ansiedad o estrés, alteraciones que se acompañan de pensamientos intrusivos negativos y tristeza. De hecho, se estima que cerca del 69% de las mujeres mastectomizadas tienen riesgo de sufrir depresión severa, lo cual deteriora su calidad de vida y sus relaciones interpersonales.

El mayor impacto, sin embargo, está relacionado con su autoestima e imagen corporal. Tener una cicatriz y/o deformación en el pecho o, en el peor de los casos, perderlo, afecta a la imagen que tienen las mujeres de sí mismas y puede influir en su identidad, pudiendo llegar a sentir vergüenza de su cuerpo, a verse menos atractivas e, incluso, menos mujeres.

Un hecho que no solo se relaciona con los cambios que experimentan a nivel físico, sino también con la pérdida de la sensibilidad en uno de los puntos erógenos más importantes del cuerpo de la mujer. Así, es habitual que sientan una disminución del deseo sexual y se muestren más reticentes y cohibidas a la hora de disfrutar de su sexualidad, lo cual afecta a la capacidad para experimentar placer y mantener relaciones saludables. A largo plazo esto no solo puede provocar que se distancien de sus parejas o eviten buscar nuevas relaciones, sino que también puede afectar su autoestima y autovaloración. Pero, ¿por qué ocurre esto?

La cultura occidental ha mitificado y perpetuado una imagen femenina de perfección en la que los pechos son un símbolo de belleza, feminidad, sensualidad y erotismo. Y, aunque está cambiando poco a poco, aún hoy es una concepción que se mantiene muy enraizada en la sociedad y que, de manera directa o indirecta, se les transmite a las mujeres desde que son pequeñas. –sn–