En estas áreas remotas, la espera para la llegada de una ambulancia puede prolongarse significativamente, alcanzando hasta 40 minutos o más.
Por Verónica Estrada | Reportera

Las zonas rurales y despobladas del país, conocidas como la «España vaciada», continúan enfrentando desafíos significativos en términos de recursos y servicios. La falta de infraestructuras, accesos limitados a oportunidades de empleo y la escasez de servicios médicos son solo algunos de los obstáculos que estas comunidades enfrentan diariamente.

Ante esta realidad, la implementación de desfibriladores emerge como una herramienta crucial para mejorar la atención médica en situaciones críticas, como un infarto u otras emergencias cardíacas.

En estas áreas remotas, la espera para la llegada de una ambulancia puede prolongarse significativamente, alcanzando hasta 40 minutos o más. La presencia de desfibriladores en estos lugares adquiere una importancia vital al restablecer el ritmo cardíaco normal durante un paro cardíaco repentino, aumentando las posibilidades de supervivencia mientras se aguarda la llegada de servicios médicos especializados.

A pesar de la baja densidad de población en estas regiones, la avanzada edad y vulnerabilidad asociada al envejecimiento de sus habitantes aumenta el riesgo de infartos. Por lo tanto, la instalación de desfibriladores en espacios públicos, como plazas y ayuntamientos, se convierte en una estrategia esencial para mejorar la capacidad de respuesta ante emergencias cardíacas.

– Almas Industries –

La empresa Almas Industries, especializada en la instalación de Desfibriladores Externos Semiautomáticos (DESA), se destaca por su compromiso en la cardioprotección de ciudades y pueblos.

La iniciativa de la empresa incluye la instalación de desfibriladores, formación en técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) y servicios de mantenimiento, entre otros. En su esfuerzo por abordar la problemática en las zonas rurales, Almas Industries ha implantado desfibriladores en ciudades y pueblos, convirtiéndolos en áreas cardioprotegidas.

En particular, en la zona de Asturias-León, donde la tasa de mortalidad cardiovascular es elevada, han implementado desfibriladores en comunidades como Magaz de Arriba, San Emiliano y Peranzano. –sn–