Isaura Janet Alfaro Nuñez aparece para defender al Cartel de la Limpieza en el servicio público, hoy en la SHCP.

En el engranaje burocrático de la Secretaría de Hacienda (SHCP), se teje una trama de licitación que, lejos de ser transparente, levanta suspicacias y deja entrever una serie de movimientos que comprometen la integridad del proceso.

La protagonista de esta historia es Isaura Jannet Alfaro Nuñez, recién nombrada directora de área, quien parece tener una agenda propia y una estrategia poco convencional. El foco de atención se centra en el proceso de licitación para el servicio integral de limpieza de los inmuebles en la ciudad de México, convocado por la misma Secretaría.

Los primeros indicios de irregularidades se asoman en la junta de aclaraciones, donde Alfaro Nuñez opera de manera irregular. La estrategia consiste en utilizar a un par de empresas del mismo grupo para cuestionar ciertos requisitos, direccionando las respuestas de manera que favorezcan a sus intereses.

La directora busca modificar los requisitos que no son del total agrado de las empresas que parecen tener sus simpatías. La maquinaria se pone en marcha para allanar el camino a Servicios Inmobiliarios Iroa, S.A. de C.V., creando así un escenario propicio para su éxito en la licitación.

A medida que se avanza hacia la presentación de ofertas, la sombra del llamado «Cartel de la Limpieza» parece alargarse. La operación de escalonamiento de precios, una táctica conocida en los círculos oscuros de licitaciones, amenaza con repetirse una vez más. La pregunta que queda flotando en el aire es si este proceso será realmente transparente o simplemente seguirá alimentando las operaciones turbias.

En este escenario, se hace evidente la necesidad urgente de transparencia y rendición de cuentas. La ciudadanía y los actores involucrados merecen un proceso limpio, justo y sin sombras que oscurezcan la integridad de las decisiones. La confianza en las instituciones se construye a través de prácticas éticas y transparentes, y es responsabilidad de todos velar por ello.

Más allá de las intrigas que rodean este proceso de licitación, se plantea una pregunta fundamental: ¿Cómo garantizar la integridad de los procesos gubernamentales? La respuesta radica en fortalecer los mecanismos de supervisión, impulsar la participación ciudadana y asegurar que las decisiones estén libres de influencias indebidas. Por el momento, el actuar de Isaura Jannet Alfaro Nuñez manchala de manera irreparable la administración Rogelio Ramírez de la O, al frente de la SHCP.

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