Estar a la moda tiene un costo ambiental, impacto de la industria textil en el medio ambiente
Por Martín García | Reportero
La moda, a menudo símbolo de innovación y expresión personal, esconde tras de sí un oscuro costo ambiental.
La industria del vestido, según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, emerge como la segunda más contaminante del mundo.
En este reportaje, exploramos los impactos de esta industria, sus cifras alarmantes y las alternativas sostenibles que podrían marcar un cambio.
– Contaminación silenciosa –
La producción textil, desde la obtención de materias primas hasta el uso cotidiano, tiene un alto costo ambiental, según el académico de la UNAM, Rogelio Omar Corona Núñez.
La demanda insaciable ha llevado a la desecación de cuerpos de agua, como el Mar Aral, y a la sobreexplotación de recursos, incrementando la contaminación y acelerando el cambio climático.
– Efectos de temporada –
En noviembre y diciembre, el consumo de ropa aumenta significativamente, representando el 30-40% de las adquisiciones anuales, según la Cámara Nacional de Comercio.
La moda rápida y el «bombardeo comercial» contribuyen a este fenómeno. El académico señala que la moda efímera resulta en que el 50% de las prendas regaladas en Navidad no se utilizan.
Fomentar la educación ambiental es clave para cambiar la dinámica. Corona Núñez destaca la importancia de cuestionar la procedencia de la ropa y entender los impactos ambientales asociados. Crear consumidores responsables, conscientes de las condiciones de producción, es esencial para transformar la industria textil.
– Alternativas sostenibles –
Marcas de moda «prime» están buscando reducir su impacto ambiental mediante el desarrollo de nuevos textiles, como la corona de piña o mezclas con madera.
Buscan crear conciencia sobre la sostenibilidad y descomposición rápida de las prendas. Sin embargo, el cambio real requiere una transición hacia una moda más duradera y consciente. –sn–

