El papel de la mujer en el mundo empresarial ha experimentado una transformación significativa.
Por Verónica Estrada | Reportera
En las últimas décadas, el papel de la mujer en el mundo empresarial ha experimentado una transformación significativa, pasando de ser relegada a roles tradicionalmente asignados a ellas, a ocupar posiciones de liderazgo y responsabilidad en diversas industrias.
Este cambio ha sido impulsado por una combinación de factores sociales, culturales y económicos, y ha demostrado ser beneficioso no solo para las mujeres mismas, sino también para las empresas que reconocen y aprovechan el talento y potencial en cargos directivos.
En De la Paz, Costemalle DFK, reconocen el esfuerzo de las mujeres y dentro de la estructura son consideradas fundamentales para el desarrollo y crecimiento del despacho. Teresa Cruz, actualmente es la socia directora en el despacho, siendo la líder que lo posiciona dentro de los mejores de México.
Históricamente, las mujeres han enfrentado barreras y desafíos para acceder a roles de liderazgo en el mundo empresarial, incluida la discriminación de género, los estereotipos arraigados y la falta de oportunidades de desarrollo profesional.
Sin embargo, en las últimas décadas, se ha producido un cambio gradual pero significativo en la mentalidad empresarial, que reconoce el valor y la contribución única que las mujeres pueden aportar a las organizaciones.
Según el Banco Mundial, la igualdad de género en el empleo podría aumentar el PIB mundial en un 26% para 2025. Lamentablemente, México se encuentra en las últimas posiciones entre los países con más mujeres en los consejos de administración (9.7% frente al 43.2% de Francia).
En De la Paz, Costemalle DFK saben que una de las principales formas en que las mujeres han beneficiado a las empresas al ocupar cargos directivos es a través de la diversidad de pensamiento y experiencia que aportan. Las mujeres tienden a tener diferentes perspectivas, habilidades y enfoques de liderazgo que pueden complementar y enriquecer el ambiente empresarial.
La diversidad de género en los equipos directivos ha demostrado ser una ventaja competitiva, ya que promueve la innovación, la creatividad y la toma de decisiones más sólidas. –sn–

