De acuerdo con expertos universitarios y del INAH, el fechamiento del probable éxodo se basó en el estudio de muestras de cerámica más comunes y flujos de lava

Por Martín García | Reportero

Gracias a las investigaciones arqueológicas y al trabajo del Servicio Arqueomagnético Nacional (SAN) de la UNAM en el sitio arqueológico de Tingambato, Michoacán, se ha revelado que la zona tuvo una ocupación desde alrededor del año 0 hasta el 900 de nuestra era. Coincidentemente, el abandono del sitio coincide con el nacimiento del volcán El Metate.

Avto Gogichaishvili, Juan Julio Morales Contreras, Nayeli Pérez Rodríguez, del SAN, y José Luis Punzo Díaz, del INAH, detallaron que el estudio integra a varios especialistas. Uno de los aspectos fundamentales tiene que ver con los fechamientos, que han sido una de las grandes incógnitas hasta el momento.

Importancia del sitio

El sitio de Tingambato es uno de los más relevantes en el occidente de México, siendo un puente entre las regiones del Río Balsas y el centro del país. Cuenta con dos montículos piramidales, un juego de pelota, altares, un complejo tipo palaciego y cuatro tumbas, lo que lo convierte en un lugar de gran valor histórico y cultural.

Los expertos señalaron que, pese al conocimiento de la zona, no se contaba con un dato cronológico absoluto que definiera la cronología de Tingambato. El estudio arqueomagnético y de mineralogía magnética sobre fragmentos de cerámica permitió ahondar en la historia del lugar y revelar nuevos detalles sobre su ocupación y abandono.

Volcán El Metate

Juan Morales agregó que en los estudios realizados en el volcán El Metate se encontró evidencia de que su actividad inició entre los años 990 y 1130 de nuestra era. Esto plantea la posibilidad de que el abandono de Tingambato fuera causado por esta situación, lo que evidenciaría la interacción entre la actividad volcánica y la vida humana en la región.

El trabajo realizado en Tingambato se suma a las investigaciones que se hacen con otros materiales, como restos vegetales y de Carbono 14, lo que permitirá comprender mejor lo que ocurrió en este lugar. Estos hallazgos abren nuevas líneas de investigación y permiten arrojar luz sobre la vida y la cultura de las poblaciones antiguas en esta región de México. –sn–