Sindicalistas señalan que, a pesar de ser desalojada por la represión policial una manifestación pacífica que sus integrantes mantenían en la Plaza de Armas, no dejará de utilizar sus libertades.

SN Redacción

A pesar de que no se les notificó oficialmente ninguna orden judicial de desalojo, los agentes policiales retiraron con violencia la manifestación pacífica, destruyendo el toldo, arrancando pancartas y llevándose la estructura, mesa y sillas de los manifestantes.

Este actuar sin notificación previa ni justificación legal ha generado indignación entre los afectados y ha levantado críticas sobre el uso desproporcionado de la fuerza por parte de las autoridades.

Represión y falta de diálogo

Los manifestantes denunciaron que en ningún momento se les informó del motivo del desalojo ni se les identificó a los agentes policiales.

Además, lamentaron la falta de diálogo por parte de las autoridades estatales para resolver las demandas laborales que motivaron la protesta.

La ausencia de funcionarios del gabinete estatal para mediar y buscar soluciones pacíficas antes de recurrir a la fuerza ha sido criticada por organizaciones de derechos humanos y la sociedad civil.

Rechazo al uso de la fuerza

El Sindicato Independiente de Trabajadores del Gobierno del Estado (SITGE) y la Coordinadora del Movimiento Amplio Popular (CMAP) han expresado su rechazo absoluto al uso de la fuerza contra sus integrantes.

Consideran que el gobernador del estado, José Ricardo Gallardo Cardona, ha privilegiado la represión en lugar de atender las demandas legítimas de los trabajadores.

Este hecho representa la doceava ocasión en que las autoridades estatales recurren a la fuerza para silenciar las protestas, lo que evidencia una falta de voluntad política para resolver los conflictos de manera dialogada. –sn–