Una búsqueda angustiosa. Un desenlace en Sinaloa
Por Fausto Hernández | Reportero
En diciembre de 2018, Andrés Manuel López Obrador asumió la presidencia de la República, pero sus primeras semanas se vieron ensombrecidas por la preocupación por el paradero de sus hijos mayores, Andrés y José Ramón López Beltrán.
Según relatos de la periodista Anabel Hernández en su libro «La historia secreta. AMLO y el Cártel de Sinaloa«, López Obrador pasó días de incertidumbre al desconocer dónde estaban sus hijos, quienes habían salido sin escolta y no se tenía noticias de ellos.
Una misión para el CNI
Ante esta preocupación, se habría instruido al general Audomaro Martínez Zapata, entonces director del Centro Nacional de Inteligencia, para que los localizara. La fuente de Hernández menciona que los hijos del presidente estaban bien, simplemente de fiesta con un primo y unos amigos: Los Chapitos, vinculados al Cártel de Sinaloa.
Una comitiva fue enviada al aeropuerto de Culiacán, donde fueron recibidos por el sobrino de López Obrador y Néstor Isidro Pérez Salas, alias ‘El Nini’. Viajaron hacia un poblado a más de dos horas de Culiacán, donde se encontraban los hijos del presidente, acompañados por Iván Archivaldo Guzmán Salazar, en una propiedad cercana a una zona con dunas. –sn–

