La reparación ha regresado como una de las principales formas de ahorro para las familias.
Por Deyanira Vázquez | Reportera
Gracias a la producción masiva en cadena que provocó la caída del precio de los electrodomésticos del hogar a lo largo de los últimos 20 años, la práctica de mandar a reparar se había convertido en una costumbre del pasado. Los españoles optaban por cambiar de frigorífico, lavadora, horno, lavavajillas o cualquier otro aparato del hogar cada pocos años ante cualquier avería de los mismos, ya que estos eran cada vez más baratos.
No obstante, desde que la inflación hiciera su aparición en los últimos años, provocando la subida del precio de casi todas las cosas, incluidos los aparatos del hogar, la reparación ha regresado como una de las principales formas de ahorro para las familias. Por esta razón, es conveniente evaluar aspectos básicos a tener en cuenta a la hora de decidir si conviene más reparar o comprar nuevo y cómo contratar a un reparador o empresa de servicio técnico para efectuar una reparación eficiente, profesional y de garantía.
Reparar VS comprar nuevo
A la hora de evaluar si conviene reparar un electrodoméstico averiado o sustituirlo por uno nuevo, es crucial llevar a cabo un análisis de costes que tenga en cuenta el valor de mercado actual del electrodoméstico, el coste estimado de la reparación y el ahorro potencial que podría suponer una sustitución por un electrodoméstico más moderno y eficiente desde el punto de vista energético. Además, es importante tener en cuenta también la vida útil restante del electrodoméstico actual, su eficiencia energética y el impacto medioambiental.
Si el coste de la reparación es relativamente bajo y al aparato le quedan muchos años de servicio potencial, puede ser más ventajoso proceder a la reparación. Por otra parte, si el coste de la reparación es desorbitado y el aparato actual ya es bastante viejo y le queda una vida útil limitada, podría ser económicamente prudente invertir en un modelo nuevo, más eficiente desde el punto de vista energético.
Los modelos nuevos de electrodomésticos suelen ser más eficientes desde el punto de vista energético y este ahorro de energía continuo puede contribuir a la rentabilidad de sustituir el aparato, sobre todo si el antiguo es mucho menos eficiente. Muchos fabricantes de electrodomésticos proporcionan ahora información sobre los costes energéticos previstos durante la vida útil de sus productos, lo que permite a los consumidores tomar mejores decisiones. –sn–

