Transmisión de Saberes Ancestrales
Por Mireya Estrada | Corresponsal
En el territorio mexiquense, maestros del arte popular dedicados al bordado y la alfarería han mantenido vivos sus legados. Transmitieron conocimientos y saberes ancestrales de generación en generación, asegurando la continuidad de estas tradiciones.
José Miguel Flores Pascual, miembro de la cuarta generación de bordadores y teñidores naturales en su familia, relató cómo han preservado estas técnicas. En el municipio de Villa de Allende, su familia se ha inspirado en la flora y fauna local para sus bordados mazahuas.
José Miguel aprendió a los 10 años, gracias a su madre, la maestra Epifania Pascual Gómez. “Mi madre siempre decía que ser artesana le permitió vivir experiencias personales y profesionales gratificantes”, comentó.
Bordado Mazahua
“La iconografía plasmada en nuestras piezas ha sido transmitida por generaciones”, explicó José Miguel. El bordado mazahua no solo es una técnica, sino también una terapia y una fuente de ingresos para su familia.
Otro ejemplo notable es la familia Soteno, en particular Alfonso Soteno, oriundo de Metepec. Alfonso es parte de la tercera generación de alfareros en su familia, con más de 60 años de trayectoria en la alfarería.
Tradición Alfarera
Alfonso Soteno recordó haber empezado a los ocho años, influenciado por su madre, Modesta Fernández Mata. Ella creó los primeros árboles de la vida en Metepec, así como cuadrillas y Reyes Magos, consolidando una tradición familiar.
Los Soteno han sido pioneros en la técnica de anilinas, y Alfonso ha insistido en mantener esta tradición viva entre su familia y clientela. Su compromiso con la técnica de anilinas es un testimonio de la importancia de preservar estas prácticas.
Apoyo a Artesanos
En el Padrón Artesanal del Instituto de Investigación y Fomento de las Artesanías del Estado de México (IIFAEM), se registraron 8 mil 162 personas dedicadas al bordado. De ellas, 7 mil 425 son mujeres y 737 hombres, mostrando una fuerte participación femenina en esta tradición.
En cuanto a la alfarería y cerámica, el registro incluye a 5 mil 029 creadores, de los cuales 2 mil 254 son mujeres y 2 mil 775 hombres. Esta paridad refleja un equilibrio de género en la práctica alfarera. –sn–

