Cifras alarmantes en Chiapas

Por Martín García | Reportero

Un mes antes de la jornada electoral del proceso 2023-2024, las cifras de violencia ya habían alcanzado niveles alarmantes. Hasta principios de mayo, la cantidad de homicidios en contra de candidatos y aspirantes a cargos públicos superaba la registrada en los procesos de 2018 y 2021.

Según datos del proyecto Laboratorio Electoral, en las elecciones de 2018 se registraron 24 asesinatos de precandidatos o candidatos, mientras que en las de 2021 ocurrieron 30 casos. El 27 de abril de 2024, el número de homicidios durante el proceso electoral llegó a 31.

Casos específicos de violencia

El hallazgo sin vida de Francisco Sánchez Gaeta, regidor con licencia y candidato a síndico de Puerto Vallarta, Jalisco, por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), marcó un nuevo punto crítico. Asesinatos en eventos públicos y ataques en domicilios de las víctimas se multiplicaron.

En Guanajuato, Gisela Gaytán fue asesinada en un evento público. En Oaxaca, Joaquín Martínez López fue atacado en su domicilio. En Michoacán, Dagoberto García Rivera fue secuestrado. Estos casos ilustraron la brutalidad de la violencia electoral.

Violencia en la capital

En la ciudad de México, se perpetraron ataques contra candidatos a cargos de elección popular. Alessandra Rojo de la Vega, candidata a la alcaldía Cuauhtémoc, sufrió un atentado cuando su camioneta fue baleada en la colonia Peralvillo la noche del 11 de mayo.

El presente proceso electoral estuvo marcado por agresiones que iban desde amenazas hasta atentados contra personas cercanas a los candidatos. En Michoacán, María Salud Valencia Solís, aspirante a la presidencia municipal de Nuevo Urecho, denunció que su familia fue intimidada.

Intimidaciones y ataques

Personas cercanas a la alcaldesa con licencia Carmen Carrillo Gaytán llamaron al padre y a la hermana de Valencia Solís, exigiendo que abandonara la contienda. En Chiapas, Juan Gómez Morales, candidato a presidente municipal de Benemérito de las Américas, sufrió una emboscada que provocó la muerte de su hijo.

Violencia en Quintana Roo y Chiapas

En Quintana Roo, Manuel Santiago Tun, coordinador de campaña de Alberto Batún Chulim, fue asesinado a tiros el 11 de mayo. En Chiapas, el proceso electoral se convirtió en un escenario de múltiples ofensivas contra actores políticos.

La noche del 16 de mayo, Lucero López Maza fue asesinada junto con otras cinco personas en un tiroteo en La Concordia. Dos días después, el convoy de Robertony Orozco Aguilar, candidato a alcalde de Villa Corzo, fue emboscado, resultando en la muerte de tres colaboradores.

Ataques continuos en Chiapas

Durante la madrugada del 19 de mayo, un vehículo que transportaba miembros del equipo de Nicolás Noriega, candidato de Mapastepec, fue atacado, dejando un saldo de cinco muertos. La violencia electoral continuó ensombreciendo el proceso.

El cierre de campañas del Proceso Electoral 2024 fue marcado por un hecho violento en la Costa Grande de Guerrero. José Alfredo Cabrera Barrientos, candidato a la alcaldía de Coyuca de Benítez, fue asesinado en presencia de simpatizantes y elementos de la Guardia Nacional.

Un asesinato impactante

El agresor, quien también fue abatido, llegó en una silla de ruedas para cometer el crimen. Los hechos ocurrieron el 29 de mayo en la comunidad Las Lomas, donde Cabrera Barrientos emitió su último discurso antes de la veda electoral.

Datos de violencia política

Según un reporte de Integralia Consultores, entre septiembre de 2023 y el primer día de mayo de 2024, se registraron 560 víctimas de violencia política, con un promedio de dos víctimas diarias. A pesar de las afirmaciones del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre una disminución de agresiones, las cifras reflejaron lo contrario.

Cifras de organizaciones civiles mostraron más ataques dirigidos contra políticos y sus familiares que en 2018, cuando López Obrador llegó a la presidencia. La violencia electoral se convirtió en una trágica constante en el proceso 2023-2024. –sn–