Alertan por pérdida de audición para más de 700 millones de personas

Por Gabriela Díaz | Reportera

Más de 700 millones de personas en todo el mundo padecerán pérdida de audición discapacitante en 2050. Así lo advirtió el doctor Gonzalo Corvera basándose en previsiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El también director del Instituto Mexicano de Otología y Neurotología, SC (IMON) explicó que actualmente más de cinco por ciento de la población mundial sufre de esta condición. Esto equivale a 430 millones de personas, entre ellos 340 millones de niños.

El doctor Corvera señaló que la incidencia de la pérdida de audición aumenta con la edad. Sin embargo, también se presenta a edades cada vez más tempranas, lo cual es preocupante.

Clasificación de la hipoacusia

El director del IMON detalló que la pérdida de audición puede ser leve, moderada, grave o profunda. Esta condición se refiere a la necesidad de mayor intensidad sonora para percibir un sonido.

Expuso que la población afectada requiere rehabilitación. Además, indicó que, aunque su incidencia aumenta con la edad, el padecimiento se manifiesta cada vez más en jóvenes.

Dijo que poco se habla sobre el impacto psicosocial de la pérdida auditiva. «Cuando no se trata, afecta múltiples aspectos de la vida de las personas», mencionó Corvera.

Vida social

El doctor Corvera explicó que la pertenencia a un grupo es crucial para los seres humanos. La audición facilita la participación en conversaciones y la construcción de relaciones.

Agregó que los niños con hipoacusia severa a profunda suelen tener más problemas de comportamiento. «Se sienten más rechazados y menos cuidados que sus compañeros con audición normal», acotó.

Añadió que en adultos, la hipoacusia se asocia con menor soporte social y redes sociales disminuidas. Esto lleva al aislamiento social, afectando la salud emocional y aumentando el riesgo de depresión.

Riesgos asociados

Según estudios recientes, los adultos mayores con hipoacusia superficial tienen el doble de riesgo de padecer Alzheimer. Este riesgo se triplica con pérdida auditiva moderada y se quintuplica con hipoacusia severa.

Si se trata con auxiliares auditivos, el riesgo disminuye. Por ello, la rehabilitación es crucial, ya que el impacto no está determinado solo por la gravedad de la pérdida auditiva.

Un buen diagnóstico en tiempo y forma es vital para evitar que el problema auditivo escale. Corvera concluyó subrayando la importancia de intervenciones clínicas o de rehabilitación efectivas. –sn–