Magia en el plato, otoño saludable, Hyatt Regency Hesperia Madrid por la chef Ana Peiró
Por Verónica Estrada | Reportera
Una nueva edición de las "Healthy Gourmet Seasons" así lo demuestra con ideas para todos los bolsillos. El otoño en el Hyatt Regency Hesperia Madrid de manos expertas de la chef Ana Isabel Peiró demuestra que España, a pesar de los vaivenes de la economía, sigue siendo líder en la excelencia de producto y con técnica se consigue magia a la mesa.
Los platos: Carpaccio de tomate iberiko con Burrata y pesto de guisante/Flor de alcachofa a la carbonara/ Pulpo asado con patata revolcona/Osobuco a baja temperatura con chirivía y manzana/Chocolate, café y cítricos/Te de limón y jengibre con Multivitaminas.
En este espacio que emana bienestar, el viaje al Madrid del Siglo de Oro sumerge en un combinado de ideas gourmet para saborear en la estación de la caída de la hoja a la hora de pegarse un capricho una vez que disfrutas del entono cultural, de negocios y compras próximo al Estadio Santiago Bernabeu.
Propuestas gastronómicas
Cuando descubres este remanso de paz sorprenden sus propuestas gastronómicas. Una es el Mery Bárbola, bar que va más allá del concepto afterwork, con platos divertidos; otra es un menú ejecutivo de gran materia prima; y la guinda es el restaurante Leña, las brasas de Dani García, que enloquece el mundo steakhouse así como Smoked Room, galardonado con 2 Estrellas Michelín.
La hora del reposo está en sus169 habitaciones de las que 28 son suites. Las de la planta superior cuentan además con terrazas ajardinadas y bañeras de hidromasaje privadas. Nada mejor que empezar el otoño con estilo.
El vino. Hace más de 40 años, cuando la tendencia era arrancar vides por doquier y sustituirlas por campos de cereal, Mauro Pérez transmitió a sus hijos el respeto a la tierra y su pasión por el vino.
Viñedo en propiedad
Las 17 ha de viñedo que dejó a su familia son el pilar sobre el que, en 1980, los Hnos. Pérez Pascuas fundaron su bodega en Pedrosa de Duero. Posteriormente, junto a otras bodegas y cooperativas se unieron para crear en 1982 el Consejo Regulador de la Ribera del Duero. Hoy cuentan con 124 ha de viñedo en propiedad.
El objetivo es reflejar la identidad de su territorio elevando los niveles de biodiversidad a través de una viticultura tradicional, responsable, sostenible y respetuosa. Para obtener máxima calidad controlan la producción por hectárea en vaso buscando bajos rendimientos.
En otoño, la Tinto Fino es vendimiada de forma manual. La crianza se desarrolla en barricas nuevas de roble francés y americano que ceden al vino carisma y una armonía fruta-madera.
Noble y elegante
Elaboran únicamente tintos de guarda: crianzas, reservas y grandes reservas. Hoy, presentan Viña Pedrosa Reserva 2019: 100% tempranillo, noble y elegante. 24 meses en barricas de roble americano y francés. Cata: Complejo y exuberante en nariz, carnoso, taninos nobles y envolventes, aromas a fruta negra madura y compotada (ciruela y cassis) y minerales.
La producción anual, 600.000 botellas, se reparte entre sus 6 referencias: Cepa Gavilán Crianza, Finca La Navilla, Viña Pedrosa Crianza; Reserva; Gran Reserva y Pérez Pascuas Gran Selección. Hoy día están en cerca de 50 países. –sn–

