“Ya me chingaron”: Fernández Noroña sobre el reparto de cargos de Sheinbaum

Por Gabriela Díaz | Reportera

«Ya me chingaron», expresó Gerardo Fernández Noroña, petista y exaspirante a candidato presidencial por la coalición Morena, PVEM y PT. Sus palabras surgieron tras hablar sobre la repartición de cargos importantes en el Senado de la República para la siguiente legislatura.

En una rueda de prensa en el recinto legislativo, Noroña señaló que, al reunirse con la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, solo le pidió ser invitado al despacho presidencial una vez que tome el cargo. Esta solicitud refleja su anhelo de mantener una conexión simbólica con el poder ejecutivo.

«Platicamos sobre la importancia de la unidad que compartimos y me planteó una tarea que sigo valorando», mencionó Noroña. Aunque aclaró que esta tarea no tiene relación con cargos de gobierno, sí insistió en su deseo de conocer el despacho presidencial.

Sin invitación al gabinete

Noroña afirmó no tener ninguna invitación al gabinete presidencial. Sin embargo, enfatizó que tiene una visión clara para su gestión como senador, la cual planea ejecutar recorriendo toda la República Mexicana, demostrando su compromiso con una política de cercanía.

«Lo único que yo le pedí fue estar en el despacho presidencial», reiteró. Su enfoque como senador, aseguró, será estar en constante contacto con la ciudadanía, sin aspirar a ninguna responsabilidad específica dentro del Senado. «No aspiro a ninguna responsabilidad dentro del Senado de la República, a ninguna», sentenció.

Su postura de no buscar un cargo específico dentro del Senado contrasta con la imagen habitual de los políticos que anhelan posiciones de poder. Noroña se comprometió a ser un «senador de a pie», cercano al pueblo y sus necesidades.

Unidad y compromiso

En la reunión con Sheinbaum, Noroña subrayó la importancia de la unidad dentro de la coalición. Esta unidad, según él, es esencial para enfrentar los retos políticos y sociales del país. A pesar de no tener un cargo asignado, su determinación de contribuir desde su posición como senador se mantiene firme.

«Voy a ser un senador de a pie», reiteró. Este compromiso implica una gestión activa, recorriendo el país y escuchando de primera mano las preocupaciones de los ciudadanos. Noroña busca representar a la gente desde el terreno, no desde una oficina.

La declaración de Noroña sobre no buscar la coordinación dentro del Senado muestra su aceptación de la situación actual. «A la coordinación ya dije que, que ya me chingaron ya así fue», expresó con resignación, evidenciando su descontento pero también su aceptación de la realidad política.

Compromiso con la ciudadanía

El enfoque de Noroña para su próxima gestión se centra en la proximidad con la gente. Planea ser un senador activo y presente en las calles, alejándose de la política de escritorio. Su promesa de no aspirar a ninguna responsabilidad dentro del Senado refuerza su compromiso de servir a la ciudadanía desde el campo.

«Ser un senador de pie significa estar siempre en contacto con la gente», explicó. Este enfoque busca romper con la imagen tradicional de los senadores, posicionándose como un político cercano y accesible.

La insistencia de Noroña en su deseo de conocer el despacho presidencial, más allá de un simple capricho, representa su deseo de entender y conectar con el poder desde una perspectiva personal y simbólica. Esta solicitud a Sheinbaum refleja su interés en mantener una relación cercana y respetuosa con la presidencia.

Desafíos y oportunidades

A pesar de no recibir un cargo específico, Noroña ve esto como una oportunidad para enfocarse en su visión de un senado más cercano al pueblo. Su compromiso de recorrer el país y estar presente en las calles muestra su dedicación a una política de proximidad.

«Voy a recorrer toda la República Mexicana», afirmó. Este enfoque busca garantizar que las voces de los ciudadanos sean escuchadas y representadas adecuadamente en el Senado.

Noroña también subrayó la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas en su gestión. «No aspiro a ninguna, ninguna es ninguna, nada», reafirmó, comprometiéndose a mantener una postura clara y honesta sobre su rol y sus responsabilidades. –sn–