Medidas drásticas. Cambio de planes. Contexto de la huelga

SN Redacción

El Sindicato Nacional de Trabajadores de Samsung Electronics (NSEU) se declaró hoy en huelga general indefinida, luego de que la empresa sudcoreana ignoró sus demandas durante el paro de tres días que comenzó el lunes pasado.

En medio de la creciente tensión entre los empleados y la compañía, el NSEU —que agrupa a más de 31 mil afiliados— decidió endurecer sus medidas de presión en busca de mejoras salariales.

De acuerdo con la agencia sudcoreana de noticias Yonhap, se trata de la mayor acción laboral en los 55 años de historia del gigante tecnológico.

Historial de paros

El pasado 7 de junio, el sindicato de Samsung realizó su primer paro, con duración de 24 horas. El lunes pasado comenzó uno nuevo, ahora de 72 horas, que vencían este miércoles.

Aunque estaba previsto que los empleados reanudaran actividades mañana jueves y realizaran una nueva protesta la próxima semana, el NSEU modificó su decisión.

El sindicato «cambió su plan para proceder directamente a una huelga indefinida, dado que la empresa no intentó participar en ningún diálogo durante el paro de tres días», señaló Yonhap.

Según la agencia, más de seis mil de sus miembros habían expresado su intención de participar en la acción laboral.

Respuesta de Samsung

Samsung por su parte minimizó la protesta y afirmó que, a pesar de la huelga, «no hubo interrupciones en la producción durante los dos primeros días de la acción colectiva».

La huelga se produce en un momento crítico para Samsung, que enfrenta retos en el mercado global. Los trabajadores exigen un aumento salarial y mejores condiciones laborales.

El NSEU ha denunciado la falta de voluntad de la empresa para negociar. Aseguran que las demandas salariales son justas y necesarias ante el incremento del costo de vida.

Impacto en la producción

Aunque la empresa ha intentado restar importancia a la huelga, expertos señalan que una prolongación podría afectar la cadena de suministro.

Los analistas observan con preocupación el impacto potencial en la producción de dispositivos electrónicos, especialmente en un contexto de alta demanda.

La comunidad internacional ha mostrado interés en el desarrollo de este conflicto. Organizaciones laborales de otros países han expresado su solidaridad con los trabajadores de Samsung.

El apoyo de sindicatos globales podría ejercer presión adicional sobre la compañía para resolver el conflicto. –sn–