El Geocaching es una actividad de ocio que consiste en esconder y encontrar "tesoros".
Por Deyanira Vázquez | Reportera
El Geocaching nació casualmente en Estados Unidos en el año 2000, con motivo de la celebración de la supresión de la disponibilidad selectiva de los satélites para los receptores comerciales, cuestión que llevó a David Ulmer a esconder el primer "tesoro". Después de 24 años de historia, esta actividad se ha convertido en un juego muy popular a nivel mundial, practicado por personas de todas las edades.
Al inicio era imprescindible disponer de un dispositivo GPS, ya que de otra manera no se podrían localizar las coordenadas del escondite. Pero en la actualidad cualquier teléfono móvil moderno dispone de receptores GPS de gran precisión, que con ayuda de las aplicaciones necesarias para jugar, van a hacer posible el hallazgo de los escondites.
Algunas de las aplicaciones más populares son la original de Geocaching y c:geo, ambas gratuitas y que se convertirán en compañeras inseparables de todo "geocacher" que se precie. Se entiende por geocacher a la persona o equipo de personas que se identifican con un nombre y se dan de alta en la aplicación, para poder buscar y registrar los "geocaches" conseguidos.
No solo se pueden encontrar los geocaches escondidos, sino que una vez que se ejecuta el alta en la aplicación, también existe la opción de esconder y crear escondites nuevos, propios de cada jugador.
Existen diversos tipos de geocaches, distribuidos por toda la geografía mundial, desde los tradicionales, que consisten en contenedores de tamaño variable, escondidos en muy diversos lugares, que hay que encontrar físicamente, y en los que existe al menos un libro de registro en el que registrar la visita con el nombre identificativo de geocacher. También existe la variante de "cache múltiple", en el que hay que realizar distintas etapas para conseguir registrarlo. Pero pueden ser muy variados como los virtuales, que como se puede entender, no se trata de encontrar nada físico. –sn–

