El arresto de dos líderes genera incertidumbre en el control del cártel en Sonora
SN Redacción
Ismael «El Mayo» Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa, fue «secuestrado» por Joaquín Guzmán López, según una nueva declaración del abogado Frank Perez.
«El Mayo» y Guzmán López fueron detenidos el jueves en El Paso, tras volar a esa zona. Según la defensa de «El Mayo», «mi cliente nunca se rindió o negoció términos con el gobierno estadounidense. Joaquín Guzmán López secuestró a la fuerza a mi cliente», dice Perez en una declaración reportada por primera vez por Los Angeles Times.
La reciente detención de Ismael Zambada García, alias «El Mayo», y Joaquín Guzmán López ha generado un gran interrogante sobre el futuro del Cártel de Sinaloa en el territorio sonorense. Esta organización criminal ha mantenido una fuerte presencia en diversas zonas de la entidad, considerada clave en el trasiego de drogas hacia Estados Unidos.
De acuerdo con la organización Insight Crime, dedicada al análisis del crimen organizado, la facción del cártel liderada por «El Mayo» cuenta con numerosos brazos armados. Estas unidades han centrado sus operaciones en el control territorial de los corredores hacia la frontera en Baja California y Sonora.
El arresto de estos líderes plantea posibles cambios en la dinámica del cártel. Hermosillo, capital de Sonora, junto con municipios como Caborca, San Luis Río Colorado y Nogales, han sido escenarios de enfrentamientos entre organizaciones criminales que buscan controlar el tráfico de marihuana, cocaína, metanfetaminas, heroína y fentanilo.
Reconfiguración interna
La facción del cártel encabezada por los hijos de Joaquín Guzmán Loera, alias «El Chapo», conocida como «Los Chapitos», podría enfrentar una reconfiguración con la captura de Guzmán López y Zambada García. Este cambio en la cúpula podría alterar el equilibrio de poder dentro de la organización y abrir espacios para nuevas alianzas o conflictos internos.
Información obtenida a través de los «Guacamaya Leaks», documentos filtrados de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), revela que el grupo conocido como «Los Salazar» es uno de los principales operadores del Cártel de Sinaloa bajo el mando de «Los Chapitos». Esta estructura interna es crucial para entender cómo podría evolucionar el control del cártel en los próximos meses.
Presión internacional y cargos en EE. UU.
Ambos individuos enfrentan múltiples cargos en los Estados Unidos relacionados con la dirección de las operaciones delictivas del cártel. Entre estos cargos se incluye la administración de «sus mortíferas redes de fabricación y tráfico de fentanilo», según información del Departamento de Estado. La presión internacional sobre el cártel ha aumentado significativamente con estas detenciones.
La colaboración entre las autoridades mexicanas y estadounidenses ha sido fundamental para lograr estos arrestos. Sin embargo, la detención de estos líderes no garantiza una disminución inmediata en las actividades del cártel, ya que otras facciones podrían intentar llenar el vacío de poder dejado por «El Mayo» y Guzmán López.
Repercusiones en la seguridad regional
La captura de estos dos líderes también podría tener repercusiones en la seguridad regional. Las rivalidades entre cárteles y las luchas internas por el control de territorios suelen intensificarse en momentos de transición como este. Los habitantes de Sonora podrían experimentar un aumento en la violencia mientras los diferentes grupos intentan consolidar su poder.
Las autoridades locales y federales deberán redoblar esfuerzos para contener posibles brotes de violencia y garantizar la seguridad de la población. La coordinación entre las distintas fuerzas de seguridad será crucial para enfrentar los desafíos que plantea esta nueva etapa en la historia del Cártel de Sinaloa.
Perspectivas a largo plazo
El futuro del Cártel de Sinaloa sigue siendo incierto. Aunque las detenciones de Zambada García y Guzmán López representan un golpe significativo, el cártel ha demostrado en el pasado una notable capacidad de adaptación y resistencia. Las próximas semanas serán críticas para observar cómo se reconfigura la estructura interna del cártel y cuáles serán las nuevas estrategias adoptadas por sus líderes.
La colaboración internacional y la presión constante sobre las actividades ilícitas del cártel serán esenciales para debilitar sus operaciones. Sin embargo, la complejidad y profundidad de su red criminal sugieren que la lucha contra el narcotráfico en la región continuará siendo un desafío a largo plazo. –sn–

