El verano de 2024 llegaba con temperaturas un poco más bajas de lo habitual. Pero esto ya ha cambiado.
Por Deyanira Vázquez | Reportera
Los baños en playas y piscinas incrementan el riesgo de infecciones en el oído como consecuencia de la humedad. La dermatitis alérgicas, el estrés, los ambientes polvorientos, así como la contaminación bacteriana o química de las aguas, son factores favorecedores de estas infecciones, según explica la Sociedad Española de Otorrinolaringología.
Es recomendable utilizar tapones para los oídos a prueba de agua para prevenir la otitis externa, también conocida como «oído de nadador». Por supuesto, también es más que recomendable evitar los baños en aguas potencialmente contaminadas o con características poco higiénicas.
Después de nadar o de la ducha, es importante secar bien los oídos. Se debe inclinar la cabeza hacia un lado para ayudar a drenar el agua y usar una toalla suave para secar la parte exterior del oído. También, es efectivo dar algún pequeño salto para que, por efecto de la gravedad, sea expulsada. Se debe evitar el uso de bastoncillos para secar el oído, ya que pueden dañar el canal auditivo o empujar la cera hacia adentro.
Hay personas que deben tener especial cuidado e incluso utilizar tapones para los oídos, para reducir la posibilidad de entrada de agua.
Las actividades veraniegas como conciertos, festivales y fuegos artificiales pueden exponer los oídos a niveles de ruido peligrosos. Una buena medida de prevención es la de utilizar tapones para los oídos en estos eventos y trata de mantener una distancia segura de las fuentes del sonido. Los más efectivos son los que se fabrican a medida del canal auditivo del usuario.
Hay que tener cuidado con los cambios de presión, que pueden afectar a los oídos. Masticar chicle, tragar o usar tapones especiales para cambios de presión pueden ayudar a igualar la presión en los oídos.
Cuando hay síntomas de infección en el oído como dolor, picazón, pérdida de audición o secreción, es necesario consultar a un médico de inmediato. Las infecciones pueden agravarse si no se tratan adecuadamente. –sn–

