Las temperaturas extremas del verano pueden estropear diversos sistemas y componentes del vehículo.
Por Deyanira Vázquez | Reportera
Las altas temperaturas estivales no solo afectan a la hora de conducir, sino que también pueden influir en el estado del vehículo. Las temperaturas extremas pueden afectar a diversos sistemas y componentes de un coche, impactando tanto en su rendimiento como en su durabilidad, por lo que las posibilidades de sufrir una avería aumentan.
Es importante que tengamos claro cuáles son los elementos, sistemas y componentes del coche que más pueden sufrir por el calor, para evitar posibles averías muy costosas. Autospecial, el primer marketplace de compraventa de vehículos entre particulares certificados y con garantía, detalla los fallos más habituales en un vehículo relacionados con las altas temperaturas, que se localizan en el sistema de frenos, el radiador, los neumáticos y los líquidos.
Es recomendable revisar estos elementos antes de ponernos en marcha, así como realizar paradas periódicas si circulamos con una temperatura exterior muy elevada.
Contar con un buen sistema de aire acondicionado es un elemento imprescindible a la hora de irse de vacaciones en el coche. Si el radiador, el termostato, las mangueras y el refrigerante no están en buen estado, el motor puede sobrecalentarse, lo que puede causar daños graves y muy costosos.
Por eso, es bueno comprobar que el aire acondicionado enfría perfectamente, que no necesitas una recarga del gas, así como observar que el sistema no tiene fugas. Además, disponer de un elemento tan simple como un parasol ayuda a que el coche sobrelleve mejor el calor del verano.
Colócalo en el parabrisas al aparcar para que la temperatura interna baje hasta 10 grados. Al volver a acceder notarás una temperatura más amigable, evitarás gastar combustible forzando la climatización y también un desgaste prematuro de ajustes, plásticos y revestimientos de a bordo. –sn–

