Advierten Eli Lilly y Compañía de México sobre medicamentos falsificados

Eli Lilly y Compañía de México advierte a los pacientes sobre medicamentos falsificados, compuestos e inseguros

Por Deyanira Vázquez | Reportera

En Eli Lilly y Compañía de México, nos preocupa el creciente aumento de prácticas relacionadas con la falsificación, imitación, distribución y venta a través de canales no autorizados. Especialmente, aquellas que involucran el uso indebido de nuestra reciente alternativa terapéutica, tirzepatida, para el manejo de la Diabetes Tipo 2, aún no aprobada por la autoridad regulatoria de nuestro país, COFEPRIS.

Nuestra Compañía se compromete a satisfacer las necesidades de aquellos que enfrentan la diabetes, y por ello, hemos emitido una carta abierta para informar a los pacientes, sus familiares y profesionales de la salud sobre los riesgos significativos asociados con la aparición de versiones falsificadas, fraudulentas y potencialmente peligrosas o no verificadas de medicamentos con tirzepatida. Además, destacamos la importancia del uso correcto y la autenticidad de nuestros productos farmacéuticos.

En este sentido, destacamos que Lilly es el único proveedor legal de este medicamento (aprobado en Estados Unidos por la FDA) y no suministra el ingrediente activo a farmacias de compuestos, spas médicos, centros de bienestar, minoristas en línea u otros fabricantes.

En Eli Lilly estamos preocupados por la proliferación de productos falsos o falsificados que se publicitan o se diseñan para parecerse a los medicamentos genuinos de Lilly. Estos productos suelen anunciarse y venderse en línea, a través de las redes sociales. Pueden no contener medicamento, tener el medicamento equivocado, dosis incorrectas o una mezcla de varios medicamentos, lo que podría resultar en daños graves. Nunca son seguros para su uso.

Por otro lado, se han descubierto medicamentos compuestos anunciados como tirzepatida que presentan problemas de seguridad, esterilidad y eficacia. Algunos de estos productos han contenido bacterias, altos niveles de impurezas, colores diferentes (como rosa en lugar de incoloro) o una estructura química completamente distinta a la de los medicamentos aprobados por Lilly. En al menos un caso, el producto no era más que alcohol de azúcar.

Ciertas entidades están publicitando ahora versiones en píldora compuesta u otras versiones orales, mismas que ningún regulador ha evaluado en cuanto a seguridad o eficacia, por lo que su uso nunca es seguro. –sn–