El estado enfrenta una lenta recuperación hídrica a pesar de las recientes precipitaciones
SN Redacción
La falta de lluvias en los últimos meses ha impactado severamente el llenado de las presas en Durango. Aunque las expectativas para este año eran de recuperación, el panorama indica que el proceso será lento. Las presas Santiago Bayacora y Peña del Águila captaron el 71 por ciento de su capacidad, pero el almacenamiento total estatal no superó el 30 por ciento.
Jesús López Morales, titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural (SAGDR), informó que la presa Lázaro Cárdenas, también conocida como El Palmito, ubicada en el municipio de Indé, solo alcanzó un 22 por ciento de su capacidad total. López Morales expresó su esperanza de que las lluvias recientes mejoren la situación para apoyar la agricultura y la ganadería.
La presa San Gabriel mostró un llenado del 25.8 por ciento de los 245 mil 430 metros cúbicos de su capacidad. Por su parte, la presa Francisco Zarco, ubicada en Lerdo, alcanzó el 47 por ciento. La Guadalupe Victoria se encuentra al 50.3 por ciento, la Villa Hidalgo al 52.9 por ciento, y la Caboraca al 58.9 por ciento.
Necesidad de lluvias
El funcionario estatal subrayó la importancia de que el ciclo de lluvias se regularice para asegurar que los productores cuenten con los recursos necesarios durante las estaciones. Las primeras lluvias del año permitieron que cerca del 50 por ciento de los bordos de abrevadero en el estado captaran entre el 40 y 60 por ciento de su capacidad, mientras que el otro 50 por ciento ya está al cien por ciento.
Algunas áreas, como el Mezquital, San Dimas y Pueblo Nuevo, recibieron suficientes lluvias, lo que resultó en niveles de almacenamiento de agua más altos para el ganado. Estas zonas sierra han mostrado una mejor recuperación debido a la mayor cantidad de precipitaciones.
La situación es más compleja en el norte del estado, que incluye municipios como Indé, San Bernardo, Villa Ocampo, Hidalgo y Rodeo. La escasa lluvia ha impedido que los bordos en esta región se llenen por completo, creando dificultades para mantener el ganado durante los periodos secos.
Impacto en el ganado
A pesar de que los bordos en el norte del estado contienen algo de agua, la falta de lluvias podría no ser suficiente para cubrir las necesidades del ganado durante la temporada de estiaje. Jesús López Morales enfatizó que, aunque todos los bordos tienen agua, se requiere de más precipitaciones para garantizar un abastecimiento adecuado.
Para enfrentar la crisis, se ha avanzado en la construcción de nuevos bordos, con una meta de alcanzar los 270 este año. Sin embargo, el progreso en la construcción de estos bordos no reemplaza la necesidad de lluvias continuas para llenar los bordos existentes y asegurar corrientes naturales de agua.
El gobierno estatal ha intensificado sus esfuerzos para mitigar los efectos de la sequía mediante la construcción de más bordos y la mejora de la infraestructura hídrica. Sin embargo, la solución definitiva radica en la regularidad de las lluvias, que aún no se ha logrado estabilizar.
Perspectivas para el futuro cercano
Las expectativas para el corto plazo dependen en gran medida de la llegada de lluvias adicionales. La falta de precipitaciones sigue siendo un desafío, y los productores en Durango permanecen preocupados por el impacto de la sequía en sus actividades.
La gestión hídrica a largo plazo en Durango requerirá una combinación de estrategias, incluyendo la construcción de más infraestructura de almacenamiento de agua y la implementación de prácticas agrícolas y ganaderas sostenibles. La colaboración entre las autoridades y los productores será clave para enfrentar la crisis hídrica.
Los productores locales han expresado su preocupación por la situación actual y esperan que las autoridades puedan asegurar una solución efectiva. La incertidumbre sobre el abastecimiento de agua para el ganado sigue siendo una fuente de ansiedad en las comunidades rurales. –sn–

