Salvando vidas desde el cielo mexiquense

El legado de un rescatista en la Unidad de Rescate Aéreo «Relámpagos»

Por Mireya Estrada | Corresponsal

Ángel Zúñiga Hernández es un hombre que ha dedicado su vida a salvar a otros desde las alturas. Como integrante de la Unidad de Rescate Aéreo del Gobierno del Estado de México, mejor conocida como «Relámpagos», ha sido testigo y protagonista de innumerables misiones de rescate.

Ingresó a los 19 años, el 16 de agosto de 1994, con la ilusión de aprender. Desde entonces, Zúñiga Hernández ha experimentado un crecimiento profesional y personal que lo ha llevado a ser un referente en su campo. La unidad, originalmente adscrita a la Secretaría de Seguridad, realizaba patrullajes aéreos en sus primeros años.

En 2006, las prioridades de la unidad cambiaron. Las operaciones de rescate y apoyo humanitario se convirtieron en el foco principal de su labor. Con dos helicópteros y una grúa, iniciaron una capacitación constante y profesionalización permanente, lo que ha permitido a sus miembros estar siempre preparados para cualquier emergencia.

Rescate inolvidable

Zúñiga Hernández recuerda con particular emoción una misión en 2008, cuando un huracán azotó el estado de Veracruz. La unidad recibió el llamado para ingresar ayuda humanitaria y evacuar personas en la zona de Cardel, donde un río desbordado había afectado 300 casas.

Durante esa misión, Ángel Zúñiga rescató a una familia de cinco personas. El padre insistió en que primero evacuaran a sus hijas y a su esposa, mientras él permanecía para cuidar la casa. Zúñiga Hernández tomó a la más pequeña en sus brazos y la llevó al helicóptero, una experiencia que lo marcó profundamente.

Al llegar al helicóptero, Zúñiga Hernández intentó sentar a la niña para asegurarla con el cinturón de seguridad. Al quitarle el arnés, notó que la pequeña abrazaba un conejito mojado, con las orejas caídas y una expresión de miedo en su rostro. «Esa imagen la tengo muy presente», comentó, «no sólo rescatamos personas, también rescatamos sus esperanzas».

Rescate aéreo

Para realizar un rescate de este tipo, la tripulación del helicóptero está compuesta por un piloto, un operador de sistemas y un paramédico rescatista. La aeronave tiene capacidad para evacuar hasta cuatro personas, trasladándolas a un lugar seguro donde puedan recibir atención.

En sus 30 años de servicio en «Relámpagos», Ángel Zúñiga ha experimentado situaciones de todo tipo. Asegura que la combinación de sentido común y humanidad es lo que fortalece a los integrantes de esta unidad, permitiéndoles enfrentar cada misión con la mayor profesionalidad y empatía. –sn–