Gobernador Rocha Moya llama a la calma mientras fuerzas federales combaten la violencia en Sinaloa
SN Redacción
Las fuerzas de seguridad del gobierno federal enfrentaron una ola de violencia en Jesús María, Sinaloa, tras ser agredidas por civiles armados. El incidente, ocurrido este 29 de agosto de 2024, provocó narcobloqueos y la quema de vehículos en Culiacán, según informó el gobernador Rubén Rocha Moya.
Los enfrentamientos iniciaron en la comunidad de Jesús María, donde los civiles armados atacaron a las fuerzas federales. Este violento encuentro generó una rápida respuesta de los criminales, quienes implementaron narcobloqueos en diferentes puntos de Culiacán.
La situación en Culiacán se complicó con el incendio de dos vehículos en la carretera México 15, a la altura de El Limón de los Ramos. Los criminales utilizaron estos actos para obstaculizar la acción de las autoridades y sembrar el caos en la región.
Llamado a la calma
En medio de la crisis, el gobernador Rubén Rocha Moya utilizó sus redes sociales para hacer un llamado a la calma. El mandatario aseguró que los enfrentamientos están siendo atendidos y que la situación se encuentra focalizada fuera de la ciudad de Culiacán.
La Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa emitió un comunicado pidiendo a la población mantener la calma. Las autoridades locales, en coordinación con fuerzas federales, desplegaron operativos para controlar la situación y proteger a los habitantes de Culiacán.
El temor se extendió rápidamente entre los habitantes de Culiacán. Los comercios comenzaron a cerrar sus puertas ante la incertidumbre, mientras que los ciudadanos buscaron refugio en sus hogares. Las imágenes de vehículos en llamas se viralizaron en redes sociales, incrementando la tensión.
Restablecer el orden
Las fuerzas federales y locales trabajaron en conjunto para restablecer el orden en Culiacán. Se desplegaron operativos en las zonas afectadas por los narcobloqueos, con el objetivo de liberar las vías y garantizar la seguridad de la población.
La violencia generada por estos enfrentamientos tuvo un impacto directo en la vida cotidiana de los culiacanenses. Las escuelas cerraron anticipadamente y el transporte público se vio afectado, complicando aún más la situación para los residentes.
Los eventos en Jesús María y Culiacán son un reflejo de la persistente presencia del crimen organizado en la región. Este episodio de violencia recuerda la vulnerabilidad de Sinaloa ante los grupos criminales que continúan desafiando la autoridad. –sn–

