La capital venezolana y varios estados más sufrieron un apagón masivo en medio de acusaciones de sabotaje por parte del gobierno

SN Redacción

Los habitantes de Caracas se despertaron el viernes en medio de la oscuridad, afectados por un gran apagón que se extendió también a varios estados del país. El evento, que comenzó alrededor de las 04:50 de la madrugada, generó preocupación entre la población, acostumbrada ya a este tipo de fallas en el suministro eléctrico.

El gobierno de Nicolás Maduro responsabilizó el apagón a lo que calificó como un “sabotaje eléctrico”. A través de un mensaje en video difundido por redes sociales, el ministro de Comunicaciones, Freddy Náñez, afirmó que los operarios trabajaban arduamente para restablecer el servicio.

Náñez, en su declaración, aseguró que nadie “le robará la paz a los venezolanos y las venezolanas”. Sin embargo, la repetición de este tipo de eventos ha generado escepticismo entre la población, que ya ha sido testigo de apagones regulares en los últimos años.

Apagones recurrentes

Venezuela ha experimentado apagones recurrentes en el pasado, los cuales han sido atribuidos por el gobierno a sus opositores. Sin embargo, expertos en energía han señalado que estos apagones suelen ser consecuencia de incendios que dañan el tendido eléctrico, además de un mantenimiento deficiente de la infraestructura.

La crisis energética del país, aunque menos frecuente, sigue siendo un problema latente. La estabilización económica reciente, acompañada de una disminución en la inflación y una dolarización de facto, ha reducido la escasez de productos, pero no ha solucionado del todo los problemas de suministro eléctrico.

A pesar del apagón, los residentes en Caracas se tomaron la situación con relativa calma. Durante la hora punta matinal, el tráfico, normalmente denso, fue más fluido de lo habitual. No obstante, algunos ciudadanos expresaron su frustración por la falta de servicio en la telefonía móvil, que les impedía comunicarse con sus familiares.

Vida cotidiana

Desde las disputadas elecciones presidenciales del mes pasado, las autoridades han atribuido rápidamente cualquier alteración, aunque sea menor, a la oposición. Esta narrativa se repitió el martes pasado, cuando otro apagón afectó a Caracas y a varios estados del centro del país.

El apagón del viernes afectó no solo el suministro eléctrico, sino también otros servicios esenciales. Muchas personas informaron dificultades para acceder a servicios bancarios y hacer transacciones electrónicas, lo que incrementó la frustración de los usuarios.

La falta de electricidad también afectó la disponibilidad de agua potable en varios sectores de la capital, lo que obligó a los residentes a recurrir a métodos alternativos para abastecerse. Los comerciantes, por su parte, vieron sus actividades interrumpidas, afectando la ya precaria economía local.

Promesas de restablecimiento

El gobierno de Maduro prometió que el suministro eléctrico sería restablecido a la brevedad. Sin embargo, la población sigue desconfiando, pues las promesas anteriores de mejoras en el sistema eléctrico no han evitado nuevos cortes.

En las redes sociales, los venezolanos expresaron su indignación y temor ante la repetición de estos apagones. Muchos criticaron la falta de mantenimiento en la infraestructura eléctrica y cuestionaron las acusaciones de sabotaje por parte del gobierno.

El apagón también generó reacciones a nivel internacional, con varios países expresando su preocupación por la situación en Venezuela. Organizaciones de derechos humanos han señalado que la falta de electricidad agrava la crisis humanitaria en el país. –sn–