La madre Isabel, representante del Asilo Brunet Celaraín, exhortó a la sociedad a ser más consciente del abandono de las personas mayores.

Por Óscar Pech | Corresponsal

El próximo 6 de octubre, la congregación Hermanitas de los Ancianos Desamparados organizará una jornada de solidaridad y apoyo para los adultos mayores en Mérida. Este evento busca concienciar sobre la creciente problemática de soledad y abandono que sufren los ancianos en la ciudad.

Isabel, representante de la congregación, advirtió que cada vez es más común que los ancianos sean olvidados por sus familias. Según la religiosa, el apoyo y el cuidado de los mayores deben ser una responsabilidad de todos, no solo de las instituciones.

En el anuncio, Isabel mencionó que la jornada incluirá un encuentro gastronómico con el objetivo de recaudar fondos para ayudar a los adultos mayores del Asilo Brunet Celaraín. Esta institución, una de las más antiguas en Mérida, tiene 122 años de existencia y alberga actualmente a 134 personas.

Solidaridad intergeneracional

Los ancianos que viven en el asilo, en su mayoría mujeres, provienen de situaciones de marginación y abandono. La monja expresó su tristeza al ver cómo muchos adultos mayores terminan en la calle o en condiciones deplorables en sus hogares.

Isabel compartió el caso de una anciana que fue despojada de su hogar por sus propios hijos y terminó deambulando por las calles de Mérida. Ahora, esta mujer recibe atención en el asilo, donde se le brinda el cuidado que necesita.

Otro caso fue el de un hombre que permaneció tanto tiempo solo en una hamaca que su espalda terminó marcada por la red. Estas historias reflejan el grave problema de abandono que enfrentan muchos ancianos en la ciudad.

Eje del evento

El evento del 6 de octubre, denominado “Paellada”, incluirá una amplia oferta gastronómica con platillos tradicionales como paella, cochinita pibil, tacos al pastor y dulces regionales. Además, se presentarán eventos artísticos como jaranas y música de trova.

Lo recaudado durante la jornada será destinado al mantenimiento del asilo y a mejorar las condiciones de vida de los ancianos. Isabel destacó la importancia de la solidaridad en estos tiempos, cuando los recursos son limitados y el abandono de los ancianos va en aumento.

Con 35 años de experiencia como misionera en países como España, Cuba y México, Isabel ha dedicado su vida a ayudar a los más necesitados. Ahora, en Mérida, hace un llamado urgente a las familias para que no olviden a sus padres y abuelos.

Necesidades urgentes

La religiosa explicó que el Asilo Brunet Celaraín subsiste gracias a donaciones y a la ayuda desinteresada de la comunidad. Los recursos son limitados, pero la generosidad de los habitantes de Mérida ha permitido que el centro continúe brindando atención a sus residentes.

Isabel también mencionó que el asilo enfrenta serios problemas de infraestructura, como fallas constantes en el suministro eléctrico y humedad en los cuartos. Por ello, hizo un llamado a los constructores para que donen cables de electricidad y materiales para mejorar las instalaciones.

La situación precaria en la que viven muchos de los ancianos se agrava por estas deficiencias, lo que hace aún más urgente la ayuda de la comunidad. El evento del 6 de octubre será una oportunidad para que los ciudadanos contribuyan a mejorar las condiciones del asilo. –sn–