Un individuo burló la seguridad del nosocomio y remató a un hombre internado por heridas de bala
SN Redacción
La noche de este martes, un hombre identificado como Carlos Alberto “N”, de 23 años, fue asesinado dentro del Hospital General de Culiacán, tras ser rematado a balazos por un sujeto que logró ingresar al nosocomio burlando la seguridad. El crimen ocurrió en la colonia Antonio Rosales, a unos metros del Centro Histórico de la capital sinaloense.
Carlos Alberto se encontraba internado en la cama 235 del tercer piso del hospital desde el pasado 23 de septiembre. Había ingresado por heridas de bala que sufrió en la comunidad rural de Tepuchito, a 18 kilómetros al sur de Culiacán, luego de un operativo militar en la zona. A pesar de que su estado de salud se estaba estabilizando, fue atacado de nuevo dentro del hospital.
Cerca de las 20:00 horas, un hombre logró evadir la vigilancia en la entrada para familiares y se dirigió directamente al tercer piso, donde Carlos Alberto era atendido. Sin mediar palabra, disparó varias veces contra el paciente, rematándolo frente a otros pacientes y personal del hospital.
Ingreso del agresor
Los disparos generaron pánico en la sala, con pacientes y trabajadores intentando resguardarse ante el ataque. Los vigilantes acudieron rápidamente al lugar, pero ya era demasiado tarde: Carlos Alberto había fallecido a causa de las heridas.
El personal médico notificó de inmediato a la Policía Estatal Preventiva, que desplegó un operativo para asegurar el edificio. Sin embargo, pese a que el hospital contaba en ese momento con una sola puerta de acceso, la de emergencias, el agresor logró escapar sin ser detenido.
El crimen se suma a una creciente preocupación por la seguridad en Culiacán, particularmente en lo que respecta a las instituciones de salud, que en ocasiones se ven vulneradas ante la presencia del crimen organizado.
Operativo en Tepuchito
El paciente había resultado herido en la localidad de Tepuchito, donde el Ejército mexicano realizó un operativo en contra de una célula delincuencial semanas antes. Durante el ataque inicial, Carlos Alberto fue alcanzado por disparos que lo dejaron gravemente herido, lo que motivó su traslado al Hospital General de Culiacán.
Las autoridades aún no han esclarecido los detalles del operativo en Tepuchito ni si este estuvo relacionado con algún conflicto específico dentro del grupo delictivo al que el joven pudiera haber pertenecido o enfrentado.
El incidente ha generado preocupación no solo entre los habitantes de Culiacán, sino también entre el personal médico y los pacientes del hospital, quienes temen por su seguridad. Las balaceras y los ajustes de cuentas en lugares públicos como hospitales representan un reto para las autoridades en su lucha por mantener el orden en zonas controladas por el crimen organizado.
Escalada de violencia
Este ataque pone de nuevo en el foco la seguridad en los hospitales y la incapacidad de algunos de estos centros para garantizar la protección de los pacientes que podrían estar involucrados en hechos violentos.
Hasta el momento, no se ha identificado al agresor, y las autoridades locales han iniciado una investigación para determinar cómo pudo burlar la seguridad del hospital. Se espera que las cámaras de seguridad del nosocomio aporten información clave para el esclarecimiento de los hechos y la posible captura del responsable.
El cuerpo de Carlos Alberto fue trasladado al Servicio Médico Forense para la realización de la autopsia, mientras que las autoridades continúan buscando pistas sobre el paradero del atacante y posibles cómplices.
Este tipo de actos violentos dentro de instalaciones públicas ha vuelto a poner sobre la mesa la discusión sobre las estrategias de seguridad en la capital de Sinaloa, un estado que sigue enfrentando graves problemas relacionados con el crimen organizado. –sn–

