A pesar de que ha crecido la conciencia en la población sobre la importancia de cuidar no solo la salud física, sino también la mental.
Por Deyanira Vázquez | Reportera
Hoy en día, tenemos más acceso a información y herramientas que nunca, lo que nos permite tener un impacto significativo en nuestras vidas y en el mundo que nos rodea. Sin embargo, esta abundancia de tecnología también trae consigo un lado oscuro. El mismo acceso que nos empodera puede, a su vez, afectar negativamente nuestro bienestar. La constante conexión y la sobrecarga de información pueden generar ansiedad, distracción y una sensación de aislamiento. Así, nos encontramos ante un doble filo: mientras que la tecnología nos ofrece oportunidades para crecer y conectar, también puede desdibujar los límites de nuestra salud mental y emocional. Es crucial encontrar un equilibrio que nos permita aprovechar sus beneficios sin caer en sus trampas.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, a raíz de la pandemia más de 3 millones de mexicanos han presentado algún tipo de depresión o trastorno en la salud mental. Especialmente alarmante es el dato de la Organización Mundial de la Salud (OMS) según el cuál uno de cada siete jóvenes de 10 a 19 años en el mundo presenta algún trastorno mental.
A pesar de que ha crecido la conciencia en la población sobre la importancia de cuidar no solo la salud física, sino también la mental, solo 2 de cada 10 personas con problemas de salud mental recurren a un especialista en México y lo hacen en un lapso de entre cuatro y 12 años después de manifestar síntomas.
“En nuestro país, muchas personas aún evitan acudir al psicólogo, ya que existe una percepción generalizada de que solo aquellos que enfrentan problemas graves de salud mental deben hacerlo. El estigma de los trastornos de la mente y las emociones sigue siendo muy prevalente. Esta creencia contribuye a que, ante un problema emocional, muchas personas opten por el silencio y el autoaislamiento en lugar de buscar apoyo profesional”, comenta Arlen Solodkin, fundadora del encuentro Hope Circuit, el cual reúne a las mentes más brillantes de todo el mundo en psicología positiva, desarrollo humano y felicidad para sentar las bases y seguir el objetivo marcado por el doctor Martin Seligman, padre de la psicología positiva, de que el 51% de la población esté floreciendo para 2051.
Arlen Solodkin, especialista en bienestar integral y fundadora del Instituto de Bienestar Integral, destaca la importancia de que la población reconozca las señales de problemas emocionales. “Es crucial no solo buscar ayuda a través de terapias tradicionales, sino también crear espacios que normalicen la conversación sobre el bienestar. Pedir ayuda es un paso valiente”, afirma.
Además, Solodkin resalta que algunas herramientas de psicología positiva, antes vistas como preventivas, han demostrado ser efectivas en el tratamiento de diversos problemas como la depresión severa, la ansiedad y otros trastornos. Al aplicar estos principios en la vida diaria, podemos centrarnos en potenciar lo que funciona en las personas y fortalecer sus capacidades internas. “Fomentar esta cultura de bienestar contribuye a un crecimiento personal significativo”, concluye.
Fenómenos como las redes sociales y la exposición constante a los dispositivos móviles pueden ser considerados como parte del problema, pero también el aislamiento y soledad. “Muchos de los casos que vemos en el Instituto de Bienestar Integral reportan sentirse aislados y con altos niveles de soledad. Varios estudios han mostrado que las personas que presentan soledad están hiper vigilantes, tienden a ser más reactivas, se aíslan para protegerse y tienen más altos niveles de ansiedad y depresión, lo que merma el tipo de relaciones que construyen porque están todo el tiempo a la defensiva, lo que tiene una repercusión directa en la salud”, explica Arlen.
La Inteligencia Artificial para salvar vidas
La psicología positiva, corriente que fue creada por el doctor Martin Seligman, busca complementar la psicología tradicional para poner énfasis en las fortalezas de las personas fomentando tres elementos clave como son el optimismo, la imaginación y la autoeficacia. Partiendo de esta base, son varios los proyectos que buscan aplicar estos conceptos para materializar el progreso y florecimiento humano. –sn–

