La densidad nutricional es la cantidad o concentración de nutrientes, especialmente de micronutrientes.
Por Deyanira Vázquez | Reportera
Cada 16 de octubre, desde 1979, se conmemora el Día Mundial de la Alimentación, una iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) cuyo objetivo es reducir el hambre en el mundo, en línea con la Agenda 2030 y su meta de hambre cero. Herbalife, como empresa líder en nutrición y bienestar, se suma a esta causa promoviendo la toma de decisiones alimentarias saludables. Florencia Braga, Dietista-Nutricionista y gerente sénior de Asuntos Científicos para EMEA en Herbalife, destaca la importancia de considerar la densidad nutricional de los alimentos el factor clave a la hora de adoptar una dieta equilibrada y saludable.
La densidad nutricional es la cantidad o concentración de nutrientes, especialmente de micronutrientes (vitaminas, minerales y oligoelementos), en relación con su contenido calórico. Cuánto más nutrientes proporcione un alimento por menos calorías, más nutricionalmente denso será el producto. Hay alimentos que contienen mucha energía (calorías) pero apenas aportan los nutrientes esenciales para garantizar el funcionamiento del organismo. Por ello, es importante ver más allá de las simples medidas de calorías en las etiquetas y tener en cuenta la aportación en cuánto a micronutrientes.
«La contradicción que existe actualmente es que una buena parte de la población mundial tiene sobrealimentación, pero en el fondo está desnutrida, ya que, por regla general, se ingieren muchos alimentos con gran cantidad de calorías, pero sin ningún aporte nutricional», comenta Florencia Braga. «De ahí la importancia de analizar bien las etiquetas nutricionales de los alimentos y elegir aquellos que contribuyan a una dieta equilibrada y saludable que responda a las necesidades de cada persona». Para ello, la nutricionista señala seis consejos principales para comprender en qué consiste la densidad nutricional y tomar buenas decisiones alimentarias en consecuencia.
Frutas y verduras variadas y coloridas
Incorporar frutas y verduras coloridas en la dieta es una manera sencilla y efectiva de mejorar la densidad nutricional. Cada color en los alimentos vegetales aporta una variedad de nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y antioxidantes que benefician diferentes aspectos de la salud. Por ejemplo, los vegetales verdes son ricos en hierro y ácido fólico, mientras que los frutos rojos y naranjas aportan vitamina C y betacarotenos. Al incluir una amplia gama de colores en las comidas diarias, se garantiza una dieta más equilibrada y nutritiva, favoreciendo el bienestar general.
Priorizar los cereales integrales y las proteínas magras
Los cereales integrales, como la pasta, la avena, el arroz integral, el pan o la quinoa, conservan el salvado y el germen, lo que los hace ricos en fibra, vitaminas y minerales que favorecen la digestión y regulan los niveles de energía.
Por otro lado, las proteínas magras, como el pollo, el pescado, el pavo o las legumbres, proporcionan aminoácidos esenciales sin las grasas saturadas que se encuentran en otras fuentes. Incorporar estos alimentos en la dieta contribuye a un perfil nutricional más equilibrado, apoyando la salud general y el mantenimiento de un peso saludable. –sn–

