La captura se dio en medio de enfrentamientos entre el Ejército y grupos criminales; 19 personas fallecieron.
Por Martín García | Reportero
Edwin Antonio Rubio López, alias «El Oso» o «Max», fue detenido tras un violento enfrentamiento en la localidad de Plan de Oriente, conocida como El Doce, en la sindicatura de Sanalona, Culiacán, el pasado lunes. La aprehensión de este presunto operador del narcotráfico es uno de los golpes más importantes contra el crimen organizado en los últimos meses.
Los hechos ocurrieron la noche del 23 de octubre, cuando elementos del Ejército mexicano, con el apoyo de helicópteros artillados, se enfrentaron a grupos armados en la región. El saldo de estos enfrentamientos fue trágico: 19 personas fallecieron en el intercambio de fuego.
El Oso fue capturado durante un operativo en una finca localizada en Plan de Oriente, donde las fuerzas de seguridad lograron desmantelar parte de la estructura del grupo delictivo al que pertenece. El Registro Nacional de Detenciones registró dos fichas de su aprehensión, que ocurrió a las 20:25 horas en una propiedad identificada por su color blanco y su portón negro.
Enfrentamientos en Culiacán
Al momento de su detención, Rubio López, de 35 años, vestía ropa y botas negras. Las autoridades confirmaron que era uno de los objetivos prioritarios del Gobierno de México, debido a su participación activa en las operaciones de narcotráfico en la región.
Rubio López había sido buscado por las autoridades desde 2019. Se le acusa de coordinar el tráfico de drogas desde Culiacán hasta San Felipe, en Baja California, como parte del grupo delictivo de Los Arzate, liderado por Alfonso Arzate García, conocido como «El Aquiles», y su hermano René, alias «La Rana».
La influencia de este grupo criminal en el noroeste de México es significativa. Sus operaciones abarcan el trasiego de drogas hacia Estados Unidos, controlando rutas clave en Baja California y otras regiones del Pacífico. La captura de El Oso representa un duro golpe para la estructura de Los Arzate, que enfrenta una presión creciente por parte de las autoridades mexicanas y estadounidenses.
Operativo de alto riesgo
Guadalupe Pérez, comandante de la División de Fuerzas Especiales del Ejército, explicó que el enfrentamiento en Sanalona fue parte de una operación planificada para desmantelar las operaciones criminales en el área. «Tuvimos información clave sobre la ubicación de Rubio López, lo que nos permitió actuar de manera contundente», señaló.
Las autoridades emplearon helicópteros artillados para contener el ataque de los grupos armados que protegían a El Oso. El enfrentamiento se prolongó durante varias horas, y fue uno de los más violentos registrados en la región en lo que va del año. «Fue un despliegue táctico de alto riesgo, pero logramos el objetivo principal: la captura de un operador clave», indicó Pérez.
La influencia de El Oso en el narcotráfico no se limitaba a Culiacán. Se le acusa de mantener vínculos con carteles en Estados Unidos, en particular en los estados fronterizos, donde su red facilitaba el tránsito de drogas hacia el norte. Las autoridades norteamericanas habían emitido órdenes de captura desde 2019.
Relación con el narcotráfico internacional
Según informes de inteligencia, Rubio López fungía como coordinador de envíos de grandes cantidades de metanfetaminas y fentanilo, sustancias que han incrementado significativamente el flujo de drogas hacia el país vecino. Su captura representa un éxito en el esfuerzo por contener la ola de opioides que afecta a ambos lados de la frontera.
El saldo mortal del enfrentamiento ha causado conmoción en la región. De los 19 fallecidos, se presume que la mayoría pertenecía a los grupos delictivos que resguardaban la zona controlada por El Oso. No se han reportado bajas entre las fuerzas de seguridad, lo que las autoridades consideran un logro dado el alto riesgo del operativo.
Ernesto Zepeda, secretario de seguridad de Culiacán, declaró que la operación se realizó bajo los más estrictos protocolos para minimizar daños colaterales y salvaguardar la integridad de los civiles en las comunidades aledañas. «Sabíamos que la zona estaba altamente controlada por el crimen organizado, pero tomamos las precauciones necesarias», explicó. –sn–

