Presentan dispositivo para aplicar insulina sin agujas

Falta de adherencia a tratamiento con insulina puede derivar en complicaciones

Por Deyanira Vázquez | Reportera

La diabetes es un problema de salud pública que afecta a más del 18.3% de la población adulta, cifra alarmante que coloca al país entre los primeros lugares en prevalencia a nivel mundial, alertó el doctor Jorge Yamamoto Cuevas, médico especialista en Endocrinología.

Ante ello, el también Presidente Médico del Consejo Directivo de la Federación Mexicana de Diabetes, A.C. (FMD), dijo que uno de los principales retos para quienes viven con esta condición es mantener un apego constante a los tratamientos de insulina, lo cual es fundamental para evitar complicaciones en ojos, riñones, nervios, pies y corazón.

En una reunión con expertos, en la que se presentó un nuevo dispositivo para la aplicación de la insulina que reemplaza el uso de agujas por tecnología de inyección a chorro, Yamamoto Cuevas agregó que “la adherencia al tratamiento es crítica porque si los pacientes no administran la insulina de manera adecuada, los riesgos de complicaciones a largo plazo aumentan significativamente”.

Por su parte, el doctor Josafat Camacho Arellano, médico internista y educador en diabetes, agregó que uno de los factores que dificulta el seguimiento estricto del tratamiento es el uso de inyecciones diarias, que para muchos consultantes resultan incómodas e incluso dolorosas, especialmente cuando se repiten en las mismas áreas del cuerpo.

“Con el tiempo, dichas inyecciones pueden provocar la formación de callosidades en la piel, lo que altera la absorción de la insulina. Esta situación no solo afecta la eficacia del medicamento, sino que puede llevar a la acumulación de insulina en el tejido subcutáneo, resultando en descontrol glucémico que aumenta el riesgo de complicaciones”, apuntó el también Vocero de la Federación Mexicana de Diabetes, A.C.

Otro desafío es la fobia a las agujas, que afecta entre el 10% y el 20% de las personas con diabetes, dijo y agregó que “ese miedo constante a las inyecciones genera ansiedad y, en muchos casos, hace que las personas retrasen o incluso eviten sus dosis, lo que compromete su tratamiento”.

Sabemos que hay personas que simplemente no pueden seguir con el régimen recomendado por el pánico que sienten hacia las agujas, y esto los coloca en un riesgo constante, recordó el Dr. Camacho Arellano. –sn–