Un mundo más justo, es el papel de la educación en los derechos humanos: GIDH
Por Gabriela Díaz | Reportera
Desde hace décadas, los derechos humanos han cobrado relevancia en la sociedad global. El camino hacia un mundo más justo ha sido largo y lleno de luchas en las que individuos y naciones enteras han enfrentado adversidades. Sin embargo, el derecho a la educación como base para consolidar estas libertades y justicia sigue siendo un desafío actual, así lo consideró el Grupo Integral de Derechos Humanos (GIDH) «Lex-magister».
El presidente del GIDH, Jesús Rey Fierro Hernández, explicó que a lo largo de la historia, “los derechos humanos han impulsado el progreso de sociedades diversas. Desde la Segunda Guerra Mundial, la reflexión sobre la dignidad y el respeto humano promovió un nuevo marco normativo. Así, en 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció un estándar global de convivencia basado en la paz y la justicia”.
El doctor en derecho agregó que la Declaración Universal de los Derechos Humanos, con 30 artículos, marcó un hito en la protección de estos derechos. En este contexto, el derecho a la educación fue reconocido como un pilar esencial para el desarrollo personal y colectivo. La Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada en 1989, fortaleció este derecho, reforzando su papel en la formación de valores.
Fierro Hernández, reconocido con el Premio Nacional de Derechos Humanos 2017, enfatizó que “el derecho a la educación va más allá del simple acceso a una escuela. Implica, también, un compromiso por transmitir valores fundamentales. A través de la educación, niñas, niños y adolescentes desarrollan un sentido de justicia y equidad. La educación les permite entender que los derechos humanos son inalienables”.
“Educar en derechos humanos implica enseñar a respetar las libertades individuales de los demás. Madres, padres, cuidadores y docentes tienen la responsabilidad de inculcar estos valores, haciendo de la escuela un espacio de tolerancia y respeto. Así, se espera que las próximas generaciones sigan defendiendo los derechos conquistados”, dijo.
El defensor del pueblo explicó que, para que los derechos humanos sean respetados, “es esencial que las personas adultas comprendan su rol en la defensa de estos. No solo se trata de transmitir conocimientos, sino también de formar individuos con conciencia social. La educación debe estar orientada a formar ciudadanos comprometidos con la equidad y la justicia”.
Jesús Rey indicó que, a través de la educación, “los derechos humanos se ven reflejados en la vida cotidiana. Sin embargo, para que esto sea posible, es necesario que la educación basada en los derechos humanos comience desde la niñez. En esta etapa, los menores asimilan valores fundamentales que serán determinantes en su desarrollo.
“La transmisión de valores no debe limitarse al entorno escolar. En el hogar, los derechos humanos deben estar presentes en cada acción y palabra. Las familias tienen un papel crucial en la enseñanza de la convivencia pacífica y el respeto. Al promover una educación basada en estos principios, se contribuye a la construcción de una sociedad más justa”, dijo en entrevista.
El también presidente del despacho “BJF y Asociados” agregó que en el mundo actual, “las brechas de desigualdad siguen siendo un desafío constante. Los derechos humanos representan una herramienta vital para reducir estas diferencias. No obstante, la educación sigue siendo la clave para generar un cambio duradero en favor de la justicia y equidad”.
“Una educación integral basada en los derechos humanos permite a las nuevas generaciones comprender su importancia en la vida social. Las nuevas generaciones están llamadas a defender estos derechos y a exigir un trato justo y digno. Para ello, deben contar con el conocimiento y las herramientas necesarias provistas por el Estado mexicano”, dijo. –sn–

