La crisis migratoria agudiza tensiones sociales y satura servicios básicos; habitantes exigen soluciones inmediatas.

SN Redacción

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, enfrenta una crisis migratoria sin precedentes con más de 20 mil personas varadas en su territorio. Migrantes y agentes de migración han confirmado el colapso, aunque las autoridades han evitado declararlo oficialmente.

La llegada diaria de autobuses procedentes de Tapachula agrava la situación. Cada vehículo traslada decenas de migrantes de diversas nacionalidades que buscan regularizar su estancia en la estación migratoria de la capital estatal.

Autobuses saturan la capacidad de atención

Fuentes consultadas indicaron que en Tapachula se sigue ofreciendo atención a las familias más vulnerables. Sin embargo, la mayoría de los migrantes prefiere trasladarse a Tuxtla Gutiérrez, donde se procesan citas previas agendadas en la plataforma CBP One.

A diferencia de años anteriores, los autobuses únicamente tienen como destino la capital chiapaneca. Este cambio ha concentrado el flujo migratorio en Tuxtla, dejando en el pasado la distribución hacia otras entidades del sur-sureste del país.

Venezolanos denuncian precariedad extrema

Un migrante venezolano relató que la ciudad está desbordada por la llegada de sus compatriotas. Las opciones de vivienda son prácticamente inexistentes, con hoteles y casas en renta completamente ocupados.

“Nos quedamos a vivir en casas de campaña en la calle Cuarta Oriente y 20 Sur, unas 20 personas; algunas son familias completas”, afirmó el migrante. La falta de empleo y recursos económicos los ha obligado a instalarse en plazas y calles.

Colonias afectadas exigen acciones inmediatas

Habitantes de al menos 10 colonias han alzado la voz ante el deterioro de sus condiciones de vida. Las calles, parques y servicios públicos se encuentran saturados, generando fricciones entre locales y migrantes.

El Comité de Vecinos Afectados por la Migración ha exigido al Instituto Nacional de Migración (INM) cumplir con los acuerdos establecidos para mitigar el impacto en las comunidades. Pese a ello, los autobuses continúan llegando sin restricciones.

El INM asegura mantener control sobre la situación

Autoridades del INM informaron que el servicio en Tapachula sigue vigente, pero no ha sido suficiente para frenar el éxodo hacia Tuxtla Gutiérrez. La dependencia reconoció que la presión social en la capital es cada vez más evidente.

Además, confirmaron que los traslados de migrantes continuarán debido a la alta demanda de servicios en Tapachula. Según fuentes oficiales, detener los viajes generaría un problema mayor en la frontera sur. –sn–