PMI ha reconocido el proyecto Escuelas de Lluvia como uno de los 20 proyectos más influyentes de 2024
Por Deyanira Vázquez | Reportera
La escasez de agua es un desafío constante no solo en México sino a nivel mundial; con el aumento de las temperaturas debido al cambio climático, este problema continúa afectando cada vez a las comunidades más vulnerables. Esta situación ha dejado a muchas de ellas con una importante escasez de agua potable.
En respuesta a este problema apremiante, el proyecto Escuelas de Lluvia ofrece una solución mediante la implementación de sistemas de captura de agua de lluvia en las escuelas. Esta iniciativa no solo brinda acceso a agua potable, sino que también involucra a los estudiantes y a sus familias en prácticas de manejo sostenible del agua, fomentando una mayor conciencia sobre este recurso vital.
Desde que este proyecto nació ha logrado avances significativos para abordar la escasez de agua en México. Solo en 2023, el proyecto instaló sistemas de captura de agua de lluvia en 200 escuelas en 18 estados, beneficiando aproximadamente a 60.000 estudiantes.
Esta iniciativa no es sólo un esfuerzo puntual; en los últimos años, ha llegado a un total de 1.000 escuelas, impactando a más de 300.000 personas. Con el apoyo de los gobiernos federal y municipal, así como de socios privados, este enfoque colaborativo subraya la eficacia de la participación comunitaria para abordar problemas ambientales.
Por lo que este año, Project Management Institute (PMI), la autoridad mundial en dirección de proyectos, los reconoció como uno de los 20 proyectos más influyentes de 2024. Dicho proyecto opera bajo la premisa de que se puede lograr una dirección eficaz de los recursos naturales mediante la participación y la educación de la comunidad, alineándose con los objetivos del desarrollo sustentable de la ONU, como la promoción de calidad (Objetivo 4), la gestión sostenible del agua (Objetivo 6) y la lucha contra el cambio climático (Objetivo 13). Al integrar la recolección de agua de lluvia en los planes de estudio escolares, el proyecto capacita a los estudiantes para convertirse en "guardianes del agua de lluvia," promoviendo la responsabilidad y la participación activa de los sistemas hídricos.
Este enfoque práctico no solo aborda las necesidades inmediatas de agua, sino que también cultiva una generación de personas informadas y listas para abogar por prácticas sostenibles. La clave para combatir el cambio climático radica en la educación, y estos estudiantes son un testimonio de la correcta implementación en la dirección de proyectos que logra tener un impacto efectivo.
Es a través de talleres, actividades prácticas y apoyo continuo que los estudiantes han aprendido a monitorear y mantener sus sistemas de agua de lluvia, convirtiéndolos en defensores de la conservación del agua en sus familias y comunidad.
Gracias al liderazgo y dirección de proyectos de Ana Paula Mejorada, directora de Escuelas de Lluvia, quien dirigió un sistema de creación de soluciones hídricas sostenibles ayudando a las escuelas a desarrollar sistemas autónomos de captura de agua de lluvia, la iniciativa no solo proporciona acceso esencial al agua, sino que también involucra a los estudiantes en todo el proceso, desde la planificación y la instalación hasta el mantenimiento.
Sin embargo, la educación no terminó ahí para Ana Paula; quien hizo un enfático esfuerzo por involucrar y preocupar a los padres por los problemas que enfrenta su comunidad, generando un efecto dominó de responsabilidad. –sn–

