Expertos señalaron que el nearshoring es una oportunidad clave, pero México debe diversificar regiones e impulsar sectores estratégicos.
Por Deyanira Vázquez | Reportera
American Society of Mexico (AmSoc) realizó la mesa de diálogo “Análisis post electoral EE.UU.”, donde expertos en economía, política y migración analizaron los principales retos y oportunidades de la relación bilateral entre México y Estados Unidos, en el contexto del inicio del nuevo gobierno de Donald Trump.
Durante su intervención, Larry Rubin, Presidente de AmSoc, enfatizó que la relación entre ambos países atraviesa un momento decisivo: “México debe dar resultados en temas fundamentales como migración y narcotráfico. Estos problemas son una amenaza compartida y requieren soluciones conjuntas entre los poderes legislativo y ejecutivo de ambos países. Es esencial que México asuma un rol activo y genere resultados tangibles”.
Por su parte, Daniel Zaga, Economista en Jefe de Deloitte Spanish Latin America, destacó que el T-MEC sigue siendo un pilar clave para la región: “La certidumbre que ofrece este tratado es fundamental para los inversionistas. Sin embargo, México debe atender temas prioritarios para maximizar el potencial del nearshoring, particularmente en sectores estratégicos como la industria aeroespacial y automotriz”.
En este sentido, Rubin añadió: “El T-MEC busca condiciones de equidad, pero mientras no haya un piso parejo, enfrentaremos desbalances que impactan tanto a los inversionistas como a los trabajadores en ambos países. Garantizar el cumplimiento de los acuerdos debe ser una prioridad para México”.
En su mensaje, Juan Pablo de Leo, periodista, abordó el fenómeno del nearshoring y señaló la importancia de diversificar los beneficios económicos: “Actualmente, solo seis estados concentran la mayor parte de estas inversiones, como Nuevo León y Jalisco. Es fundamental diseñar estrategias que permitan extender estas oportunidades a más regiones del país para atraer inversión a corto plazo”. –sn–

