La Secretaría de Relaciones Exteriores investiga el uso indebido de un espacio público en la Ciudad de México.
Por Paola Ramírez | Reportera
El diplomático Martín Alonso Borrego Llorente ha sido señalado por presuntamente simular un evento diplomático en el Museo Nacional de Arte (Munal) para celebrar su matrimonio. La denuncia fue realizada por el periodista Claudio Ochoa Huerta, quien presentó evidencias de que el acto no tuvo carácter oficial.
Borrego Llorente, actualmente comisionado a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), justificó la actividad como una recepción oficial bajo protocolos institucionales. Sin embargo, documentos y fotografías sugieren que el evento conmemorativo por los 89 años de relaciones entre México y Rumania habría sido una fachada para una celebración privada.
El evento tuvo lugar en el Munal, un recinto emblemático administrado por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL). La solicitud para realizarlo fue enviada en septiembre por el propio Borrego al director del museo, Héctor Palhares, argumentando fines diplomáticos.
La naturaleza del acto generó polémica cuando salieron a la luz imágenes y mensajes en redes sociales que evidenciaron una boda entre Borrego Llorente e Ionut Valcu, miembro de la embajada de Rumania en México. Este hecho ha provocado cuestionamientos sobre el manejo de espacios públicos.
Carrera diplomática de Borrego Llorente
El funcionario, egresado del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), cuenta con dos licenciaturas, una en Relaciones Internacionales y otra en Administración. Su trayectoria incluye cargos destacados en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y el Servicio Exterior Mexicano.
Entre 2014 y 2018, Borrego fungió como encargado de la sección consular y de cooperación cultural en la embajada mexicana en Rumania. Posteriormente, lideró la Dirección General de Cooperación y Promoción Ecológica Internacional.
En años recientes, se desempeñó como jefe de Oficina en la SRE antes de ser comisionado a la Semarnat. Estas experiencias lo han posicionado como un actor relevante en el ámbito de las relaciones internacionales.
No obstante, el escándalo en el Munal ha puesto en entredicho su desempeño profesional. La SRE informó que el Órgano Interno de Control ya inició una investigación para esclarecer posibles irregularidades.
Respuesta de las instituciones
El INBAL confirmó inicialmente la realización del evento mediante una tarjeta informativa publicada en sus redes sociales, la cual fue eliminada poco después. Según el director del Munal, el museo evalúa solicitudes externas para recaudar fondos destinados a exposiciones.
Borrego Llorente, por su parte, negó las acusaciones y afirmó que su matrimonio tuvo lugar un mes antes de la recepción en el Munal. Argumentó que los mensajes de felicitación se debieron a coincidencias, más no a una celebración nupcial.
La SRE emitió un comunicado en el que subrayó su compromiso con la legalidad y la transparencia en el uso de espacios públicos. Indicó que se sancionará a quienes hayan incurrido en faltas administrativas o legales.
Controversia pública
El caso ha generado una ola de críticas hacia Borrego y las instituciones involucradas. Organizaciones civiles han exigido mayor claridad sobre el uso de recursos públicos y la responsabilidad de los funcionarios.
El periodista Claudio Ochoa Huerta presentó evidencia que incluye fotografías, mensajes de los novios y declaraciones de asistentes al evento. Estos elementos refuerzan la sospecha de que se trató de una simulación diplomática.
Mientras tanto, legisladores de oposición han solicitado al INBAL y a la SRE un informe detallado sobre los hechos. Advirtieron que este tipo de acciones vulneran la confianza en las instituciones públicas.
Llamado a la rendición de cuentas
La polémica en torno a Borrego Llorente refleja un problema más amplio sobre la opacidad en el manejo de espacios culturales. El Munal, como recinto de gran relevancia histórica, enfrenta un escrutinio sobre sus prácticas administrativas.
El director del Munal defendió la autorización del evento argumentando que se trató de un acto formal con beneficios económicos para el museo. Sin embargo, las dudas persisten sobre la evaluación y el seguimiento de las solicitudes aprobadas.
La investigación en curso determinará si existió una violación al reglamento del Munal y si se ejerció presión indebida para permitir el evento. Las autoridades aseguraron que no habrá tolerancia hacia quienes utilicen recursos públicos para fines personales. –sn–

