Un estudio revela que al menos 30 delfines fueron expuestos a fentanilo, lo que pone en evidencia el impacto de las drogas en la vida marina.
Por Gabriela Díaz | Reportera
Una investigación publicada en la revista iScience muestra que al menos 30 delfines del Golfo de México dieron positivo a fentanilo y otras sustancias químicas. El estudio fue realizado por biólogos marinos de la Universidad de Texas, en colaboración con la Administración Nacional de Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA).
Los biólogos marinos estudiaron a un total de 89 delfines de nariz de botella. De esos, 83 eran animales vivos y seis ya estaban muertos. Utilizando la espectrometría de masas Orbitrap Fusion Tribrid, se identificó la presencia de fentanilo, carisoprodol y meprobamato en 30 de los 80 delfines evaluados.
El fentanilo, un opioide altamente adictivo, ha causado miles de muertes por sobredosis en los Estados Unidos. El estudio demuestra que este potente opioide ya no solo afecta a los seres humanos, sino que también está poniendo en riesgo a los animales acuáticos.
La recolección de muestras se realizó de forma especializada, utilizando dardos para extraer tejidos de 10 milímetros de diámetro. Aunque el objetivo original era estudiar las hormonas de los delfines, los investigadores encontraron sustancias farmacéuticas en los animales.
El impacto del fentanilo y la contaminación en la vida marina
El estudio ha puesto en evidencia el impacto de la contaminación química en la fauna marina. Los delfines, que consumen peces y camarones como parte de su dieta, están expuestos a una serie de contaminantes, lo que podría tener efectos graves en su salud.
El análisis realizado por los biólogos marinos no solo reveló la presencia de fentanilo, sino también de otros medicamentos como el carisoprodol, un relajante muscular, y el meprobamato, utilizado para tratar la ansiedad. Esto sugiere que los ecosistemas marinos podrían estar acumulando una mezcla peligrosa de productos farmacéuticos.
Las concentraciones de estos productos farmacéuticos fueron más altas en las áreas marinas donde también se observan otros tipos de contaminación, como derrames de petróleo y el tráfico de barcos. Estos factores contribuyen a la polución de los océanos, lo que incrementa los riesgos para la vida marina.
Los resultados del estudio indican que el fentanilo no solo ha alcanzado a los delfines, sino que también podría estar afectando a otras especies marinas en el Golfo de México. La contaminación química en el agua podría estar alterando los ecosistemas marinos, afectando la salud de los animales y su capacidad para sobrevivir.
El fentanilo y la salud pública: un problema global
El fentanilo es conocido por su alta toxicidad y su capacidad para provocar muertes por sobredosis en personas. En los últimos años, ha sido uno de los principales responsables de la crisis de opioides en los Estados Unidos. Sin embargo, este estudio revela que el impacto de esta droga no se limita a los seres humanos.
El estudio realizado en el Golfo de México resalta la necesidad urgente de abordar la contaminación química y el tráfico de sustancias ilegales que afectan tanto a los humanos como a los animales. Los biólogos marinos sugieren que el fentanilo puede estar entrando en los océanos a través de desechos humanos y animales contaminados, así como por el uso indebido de medicamentos.
En los últimos años, la presencia de productos farmacéuticos en los ecosistemas acuáticos se ha convertido en una preocupación creciente. Este estudio es un ejemplo de cómo los contaminantes químicos pueden llegar a los animales marinos y tener efectos adversos sobre su salud.
El impacto del fentanilo y otras sustancias en la vida marina también podría tener repercusiones en la salud humana. Al ser los delfines y otros animales marinos parte de la cadena alimenticia, las sustancias tóxicas presentes en sus cuerpos podrían llegar a los seres humanos a través del consumo de mariscos y otros productos del mar.
Contaminación marina y la necesidad de medidas más estrictas
El estudio subraya la importancia de adoptar medidas más estrictas para proteger la vida marina de la contaminación química. Los investigadores instaron a las autoridades a tomar acciones para reducir el impacto de los productos farmacéuticos y otros contaminantes en los océanos.
Las prácticas de manejo de residuos, como el vertido de productos farmacéuticos en las aguas, deben ser mejor reguladas para evitar que sustancias peligrosas lleguen a los océanos. Además, la protección de los ecosistemas marinos debe ser una prioridad en las políticas ambientales globales.
El Golfo de México, una de las zonas más biodiversas del mundo, enfrenta una creciente amenaza por la contaminación química. La combinación de derrames de petróleo, tráfico de barcos y productos farmacéuticos ha generado un entorno cada vez más hostil para la fauna marina.
La investigación sobre la presencia de fentanilo en los delfines muestra cómo las actividades humanas pueden tener efectos devastadores en los ecosistemas marinos. Los biólogos marinos advirtieron que este tipo de contaminación puede afectar a todas las especies marinas, alterando sus patrones de comportamiento y reproducción.
La colaboración científica en la protección de la vida marina
El estudio realizado por la Universidad de Texas y la NOAA ha puesto de manifiesto la importancia de la investigación científica para comprender los efectos de la contaminación química en los océanos. La colaboración entre diferentes instituciones científicas es esencial para abordar estos desafíos globales.
Este tipo de investigaciones es crucial para evaluar el impacto de la contaminación química en la salud de los animales marinos y, en consecuencia, en los seres humanos. Es necesario que se continúen llevando a cabo estudios que permitan una mejor comprensión de la interacción entre los contaminantes y los ecosistemas marinos. –sn–

