La violencia en la región pone de nuevo en jaque a las fuerzas de seguridad federales.

Por Alfredo Martinez | Corresponsal

Este lunes fue escenario de un ataque con drones explosivos que, según reportes preliminares, dejó heridos a varios elementos del Ejército Mexicano. El incidente ocurrió en un camino rural que conecta a la comunidad de Gallineros con la cabecera municipal, en un área que ha registrado alta actividad del crimen organizado.

De acuerdo con información publicada por el periodista Carlos Arrieta en El Universal, el ataque se llevó a cabo mientras los militares realizaban patrullajes de vigilancia. Testigos en la zona señalaron que los artefactos explosivos fueron lanzados desde drones, sorprendiendo a los efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Este acto de violencia refleja un uso cada vez más sofisticado de tecnología por parte de grupos delictivos, lo que plantea nuevos retos para las estrategias de seguridad en la región. Autoridades locales y federales han iniciado investigaciones para identificar a los responsables y determinar las causas del ataque.

Un ataque planeado

Fuentes cercanas al caso confirmaron que la emboscada se ejecutó con una planeación meticulosa. Los drones cargados con explosivos fueron dirigidos hacia los convoyes militares en un momento de vulnerabilidad, dejando a los efectivos poco margen de maniobra.

Hasta el cierre de esta edición, no se ha informado el número exacto de heridos ni la gravedad de las lesiones. Sin embargo, personal médico del municipio de Cotija reportó que varios soldados ingresaron a clínicas locales para recibir atención de emergencia.

El despliegue de drones en operaciones delictivas no es un fenómeno nuevo, pero su uso en ataques dirigidos contra fuerzas de seguridad marca una escalada preocupante. En regiones como Michoacán, estas tácticas se han convertido en herramientas recurrentes de los cárteles.

Reacción de las autoridades

El gobierno estatal, encabezado por Alfredo Ramírez Bedolla, lamentó el ataque y señaló que ya se ha establecido contacto con la Sedena para coordinar la respuesta. A través de un comunicado, el gobernador expresó su solidaridad con las familias de los militares afectados y aseguró que no se tolerará ningún acto de violencia en el estado.

Por su parte, la Sedena anunció el inicio de una operación especial en la zona. Elementos de la Guardia Nacional y policías estatales han sido desplegados para reforzar la seguridad en los municipios vecinos y evitar nuevos incidentes.

Además, la Fiscalía General de la República (FGR) confirmó que abrió una carpeta de investigación para esclarecer los hechos y detener a los responsables. Hasta el momento, no se han revelado detalles sobre los avances en las indagatorias.

Violencia persistente en Michoacán

El ataque en Cotija forma parte de una cadena de eventos violentos que han azotado a Michoacán en los últimos meses. La región, disputada por grupos delictivos como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y remanentes de Los Caballeros Templarios, se ha convertido en un punto crítico para las fuerzas de seguridad.

En semanas recientes, se registraron enfrentamientos entre civiles armados y militares en municipios como Tepalcatepec y Aguililla, lo que provocó un aumento en el despliegue de efectivos federales. A pesar de estos esfuerzos, la violencia persiste, afectando tanto a las comunidades rurales como a las fuerzas del orden.

Expertos en seguridad han señalado que el uso de drones explosivos representa un desafío sin precedentes para las autoridades. La capacidad de los cárteles para adquirir y adaptar tecnología de manera tan efectiva pone en jaque los planes de pacificación en el estado. –sn–