Revelan detalles de la herencia de Silvia Pinal

A semanas del fallecimiento de la actriz, se dio a conocer cómo se distribuyeron sus bienes entre familiares y allegados, marcando el cierre de una era en el cine mexicano.

Por Brenda Aguilar | Reportera

En un ambiente de privacidad y rodeada de especulaciones, se llevó a cabo la lectura del testamento de Silvia Pinal, considerada una de las máximas figuras del cine y teatro en México. El acto tuvo lugar en la residencia de María Elena Galindo, productora y amiga cercana, quien asumió el papel de albacea tras la muerte de su hermana, Tina Galindo.

El reparto de bienes generó expectativas entre sus seres queridos y seguidores. Según lo revelado por María Luisa Valdés Doria, la actriz cuidó cada detalle para garantizar un legado equitativo, incluyendo a personas que habían estado distanciadas de la familia, como Frida Sofía, nieta de Pinal.

Un legado invaluable en el Pedregal y más allá

Entre las propiedades distribuidas sobresale la casa ubicada en el Pedregal, la cual fue dividida en tres partes. La sección habitada por Luis Enrique Guzmán, hijo menor de la actriz, quedó en su poder. Sylvia Pasquel, su hija mayor, recibió otra parte, mientras que el área donde vivió Silvia Pinal hasta sus últimos días fue heredada a Alejandra Guzmán.

Otros bienes, como la casa de Acapulco, los terrenos en Tequesquitengo y los departamentos de Altavista y Coyoacán, se asignaron en porcentajes iguales a sus tres hijos. Valdés aclaró que propiedades como los terrenos rentados a empresas de estacionamientos, el teatro Diego Rivera y el edificio Versalles ya estaban divididos en vida, por lo que no formaron parte de la herencia directa.

Las obras de Diego Rivera y los objetos personales

Uno de los bienes más icónicos del patrimonio de Silvia Pinal es el cuadro pintado por Diego Rivera, pieza que permanecerá en la familia. Además, las joyas, las obras de arte y la ropa de la actriz se repartieron en partes iguales entre Sylvia Pasquel, Luis Enrique Guzmán y Alejandra Guzmán.

Por otro lado, las nietas y bisnietas de la actriz recibieron cantidades monetarias específicas. Efigenia Ramos, asistente personal de Pinal durante años, también fue contemplada en el testamento con un 10% de los objetos personales, como reconocimiento a su leal servicio.

La inclusión de Frida Sofía: un gesto de reconciliación

Uno de los detalles más comentados fue la mención de Frida Sofía, hija de Alejandra Guzmán, quien ha estado distanciada de la familia materna en los últimos años. La inclusión de Frida en la herencia refleja un esfuerzo de Silvia Pinal por unir a su familia, dejando un mensaje de reconciliación en su último acto.

La decisión fue recibida con sorpresa, considerando las tensiones familiares que han trascendido en los medios. Sin embargo, Valdés Doria enfatizó que Pinal siempre procuró el bienestar de todos los miembros de su familia, independientemente de las diferencias.

Un testamento que honra su legado

El legado de Silvia Pinal no solo abarca su patrimonio material, sino también su impacto en la cultura mexicana. Su testamento es un reflejo de su carácter generoso y su deseo de mantener a su familia unida, incluso en su ausencia.

El reparto de bienes, que incluyó a familiares y colaboradores cercanos, se realizó en un acto privado que buscó evitar controversias. La figura de María Elena Galindo como albacea resultó clave para garantizar el cumplimiento de los deseos de la actriz.

La última voluntad de una diva inmortal

A través de esta herencia, Silvia Pinal no solo dejó bienes tangibles, sino también un mensaje de amor, reconciliación y equidad para sus seres queridos. Su legado permanecerá no solo en sus películas y obras teatrales, sino también en las historias de quienes compartieron su vida.

Con este cierre simbólico, la familia Pinal enfrenta el reto de preservar el legado artístico y personal de una de las figuras más emblemáticas de México. –sn–