La Fiscalía del Estado de México cateó las instalaciones tras la muerte de 17 menores.
Por Mireya Estrada | Corresponsal
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) realizó un cateo en las instalaciones de la empresa Productos Hospitalarios S.A. de C.V., conocida comercialmente como SAFE, ubicada en la zona industrial de Toluca. La acción respondió a la investigación por un brote de Klebsiella oxytoca que habría causado la muerte de 17 menores en hospitales de tres estados.
El operativo se llevó a cabo en la planta situada en la delegación de Santa Ana Tlapaltitlán. Elementos de la Policía de Investigación inspeccionaron las instalaciones para determinar si los productos neonatales de la empresa pudieron ser el origen de la contaminación que afectó a los pacientes.
La bacteria, conocida por su capacidad de causar infecciones severas en neonatos, ha generado una crisis sanitaria en hospitales del Estado de México, Guanajuato y Michoacán. Hasta el momento, las autoridades federales y estatales continúan con las indagatorias para esclarecer las responsabilidades.
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) había suspendido previamente la línea de producción de nutrición parenteral total (NPT) en la planta de Toluca. Estas soluciones son utilizadas en unidades de terapia intensiva pediátrica, donde se concentran los casos vinculados al brote bacteriano.
SAFE y su historial en el sistema de salud pública
La empresa SAFE es proveedora clave de insumos médicos para instituciones de salud pública en México. Desde 2019, recibió contratos por más de 66.5 millones de pesos del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), siendo su línea de nutrición parenteral una de las más solicitadas.
En 2024, SAFE obtuvo un contrato por adjudicación directa por 16 millones 50 mil pesos, el cual fue suspendido recientemente por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo como medida preventiva. Estos contratos posicionaron a la compañía como una de las principales proveedoras en hospitales públicos.
No obstante, este no es el primer incidente que enfrenta la empresa. En 2019, Cofepris suspendió temporalmente sus operaciones tras un brote de Leclercia adecarboxylata en hospitales de Jalisco. En ese caso, 69 pacientes, en su mayoría neonatos, resultaron afectados.
Impacto del brote de Klebsiella oxytoca
El brote actual ha cobrado la vida de 17 menores, principalmente bebés prematuros. Otros niños permanecen bajo estricta vigilancia médica, aunque hasta el momento no se han reportado nuevos casos relacionados con la bacteria.
La Klebsiella oxytoca es común en la microbiota intestinal humana, pero su presencia en soluciones médicas intravenosas representa un riesgo mortal, especialmente para pacientes vulnerables como los recién nacidos. La investigación busca determinar cómo esta bacteria ingresó al sistema de producción de SAFE.
El brote no solo afecta a las familias de los menores, sino que también pone en cuestión los protocolos de calidad en la producción de insumos médicos en México. Autoridades y expertos coinciden en la necesidad de revisar los controles sanitarios aplicados a proveedores del sistema de salud pública.
Supervisión en curso por autoridades sanitarias
Tras la suspensión temporal dictada por Cofepris, la producción en SAFE se mantiene restringida a ciertas áreas, mientras se realizan las pruebas necesarias. Hasta ahora, los investigadores han encontrado irregularidades en los procesos de manufactura, aunque no se ha emitido un dictamen final.
El caso también llamó la atención de instancias internacionales que supervisan los estándares de calidad en la producción de medicamentos e insumos médicos. Expertos sugieren que este incidente podría impactar la credibilidad de SAFE en el mercado internacional.
Repercusiones en el sistema de salud pública
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo solicitó un informe detallado sobre los contratos otorgados a SAFE y exigió una revisión exhaustiva de los proveedores de insumos médicos en el país. Esta medida busca prevenir futuros incidentes que pongan en riesgo la salud de los pacientes más vulnerables.
Por su parte, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) anunció que reforzará las auditorías a sus proveedores, incluidos aquellos que suministran soluciones de nutrición parenteral. La dependencia aseguró que no tolerará negligencias que comprometan la vida de los usuarios de sus servicios.
Un llamado a la rendición de cuentas
El cateo en las instalaciones de SAFE representa un paso importante en la búsqueda de justicia para las familias afectadas. Las autoridades han reiterado su compromiso de llevar a cabo una investigación exhaustiva que permita determinar responsabilidades y prevenir nuevos brotes en el futuro.
El caso también pone de manifiesto la urgencia de mejorar los mecanismos de supervisión en el sector de insumos médicos. Especialistas sugieren que este episodio podría derivar en una reforma integral de los procesos de adquisición en el sistema de salud pública. –sn–

