Un juez federal determinó auto de formal prisión contra el exlíder del Cártel del Golfo, acusado de liderar redes internacionales de narcotráfico y delitos contra la salud.
Por Martín García | Reportero
La justicia mexicana reafirmó su postura contra la delincuencia organizada al dictar auto de formal prisión en contra de Osiel Cárdenas Guillén, alias el “Mata Amigos”, acusado de múltiples crímenes relacionados con el narcotráfico. Un juez federal con sede en Toluca emitió la resolución tras analizar las pruebas presentadas por la Fiscalía General de la República (FGR).
De acuerdo con la FGR, las investigaciones revelaron que Cárdenas Guillén lideraba una organización delictiva con influencia nacional e internacional, estableciendo alianzas con otros grupos criminales y traficando drogas en diversas entidades federativas, así como en el extranjero.
“La Fiscalía General de la República, a través de la Fiscalía Especializada en materia de Delincuencia Organizada (FEMDO), en coordinación con la Fiscalía Especializada de Control Regional (FECOR), obtuvo auto de formal prisión por delincuencia organizada en su hipótesis de delitos contra la salud”, señaló la dependencia en un comunicado oficial.
Además de las acusaciones por narcotráfico, el exlíder del Cártel del Golfo enfrentará cargos relacionados con el homicidio, al haberse cumplimentado recientemente una orden de aprehensión en reclusión.
Pruebas contundentes y un historial delictivo extenso
Según las indagatorias de la FGR, Cárdenas Guillén operaba en puntos estratégicos como el puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán, Guerrero y Tamaulipas, además de mantener una red de distribución internacional de estupefacientes.
Las pruebas aportadas por el Ministerio Público incluyeron testimonios, evidencia documental y análisis financieros que vinculan al acusado con actividades ilícitas de gran envergadura.
El Juzgado Cuarto de Distrito en Materia Penal, con sede en Toluca, resolvió que las pruebas eran suficientes para vincular a proceso al exlíder criminal, quien permanecerá recluido en el Centro Federal de Reinserción Social número uno del Altiplano, en Almoloya de Juárez.
Deportación desde Estados Unidos y nuevas acusaciones
El pasado 16 de diciembre, el gobierno de Estados Unidos deportó a Osiel Cárdenas Guillén a territorio mexicano. La medida respondió a acuerdos de cooperación bilateral en materia de seguridad, según fuentes cercanas a la Secretaría de Relaciones Exteriores.
A su regreso, las autoridades mexicanas ejecutaron nuevas órdenes de aprehensión en su contra, incluyendo una relacionada con su presunta participación en un homicidio, ocurrido en fechas aún no especificadas por la FGR.
La deportación marcó el inicio de un proceso judicial que, hasta ahora, suma cargos por delincuencia organizada, delitos contra la salud y homicidio, entre otros.
Impacto de sus actividades en el crimen organizado
El nombre de Cárdenas Guillén se vinculó históricamente con el control de plazas estratégicas en México y el establecimiento de alianzas con grupos delictivos de alto perfil. Su liderazgo en el Cártel del Golfo consolidó su figura como uno de los principales actores del narcotráfico en el país.
La captura y proceso de este líder criminal representa, según analistas en materia de seguridad, un golpe importante contra la estructura de esta organización delictiva, aunque reconocen que sus actividades dejaron un legado de violencia e inestabilidad en regiones clave del país.
Riesgo latente para la seguridad nacional
Expertos en seguridad advierten que la prisión de líderes criminales como Osiel Cárdenas Guillén no elimina el riesgo que representan sus redes de contacto y operadores en libertad.
De acuerdo con María Hernández, especialista en criminología, el vacío de poder dejado por estos líderes suele ser aprovechado por otros grupos criminales para escalar conflictos. “La detención de cabecillas es importante, pero requiere acciones paralelas para desarticular a toda la organización”, comentó.
El proceso contra Cárdenas Guillén continuará en los próximos meses, mientras la FGR trabaja en recabar más pruebas para robustecer las acusaciones. –sn–

