Un testigo de la historia y catedral del café en México el restarurante «La Parroquia» de Veracruz

Con más de dos siglos de tradición, el Gran Café de la Parroquia en Veracruz se ha convertido en un símbolo de la identidad jarocha y un punto de encuentro para personalidades de todos los ámbitos.

Por Deyanira Vázquez | Reportera

En el corazón del puerto de Veracruz, La Parroquia ha servido café a generaciones de visitantes y locales desde 1808. Fundado por José Capdeville, un comerciante español, este emblemático lugar comenzó como una tienda de abarrotes bajo el nombre de El Caballo Blanco.

La transformación de aquel pequeño negocio en el Gran Café de la Parroquia ocurrió en 1858. Ubicado originalmente frente a la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, el café adoptó su actual nombre en honor al templo. Con más de 216 años de historia, es hoy un referente cultural y gastronómico.

Durante el primer siglo de existencia, La Parroquia pasó por varios dueños, entre ellos la familia del fundador y posteriormente un hombre de apellido González. En 1926, José Fernández adquirió el negocio y su familia lo ha mantenido desde entonces, asegurando su legado.

De abarrotes a ícono del café en Veracruz

El tradicional “lechero”, una mezcla de café concentrado y leche espumada, ha sido su especialidad. La experiencia del “tintineo” de la cuchara para llamar al mesero se ha convertido en una tradición que perdura entre los comensales.

Durante su estancia en Independencia y Gutiérrez Zamora, La Parroquia se consolidó como un lugar de encuentro para políticos, artistas y figuras públicas. Por sus mesas pasaron Porfirio Díaz, Agustín Lara, Carlos Fuentes, Juan Gabriel y el Príncipe Carlos de Inglaterra, entre muchos otros.

Presidentes como Adolfo Ruiz Cortines y casi todos los mandatarios mexicanos recientes también han disfrutado de su café. En este espacio se han forjado decisiones políticas y grandes reuniones de alto nivel.

La expansión del sabor jarocho

Desde los años noventa, la sucursal matriz de La Parroquia se encuentra en el Paseo del Malecón. Aunque existen múltiples franquicias en Veracruz y otras ciudades, el establecimiento original sigue siendo el más visitado.

Turistas, locales y figuras públicas eligen este sitio por su conexión con la tradición. Cada visita no solo es un deleite gastronómico, sino también un viaje a través de los momentos más significativos de Veracruz.

Para los jarochos, visitar La Parroquia es mucho más que tomar un café. Es un acto que conlleva historia, identidad y memoria colectiva. Las largas conversaciones en sus mesas son parte del día a día del puerto.

La Parroquia y su relación con los jarochos

Los comensales suelen acompañar su “lechero” con una tradicional “bomba” de frijoles o mantequilla, haciendo de la experiencia un ritual único. Cada cliente encuentra aquí un espacio para conectar con el pasado y el presente.

El historiador Salvador Novo describió en su obra que el café llegó a México como un producto de importación en el siglo XVIII, pero fue en Veracruz donde se popularizó en el XIX. La Parroquia ha sido testigo de eventos como las invasiones extranjeras, la Revolución Mexicana y la evolución del puerto.

En décadas pasadas, el café fue escenario de importantes ruedas de prensa. Sin embargo, en años recientes, estas reuniones fueron prohibidas para preservar la tranquilidad del lugar. –sn–