Cena de Año Nuevo, menos accesible para las familias mexicanas

Los precios de productos básicos para la cena de fin de año aumentaron, complicando la celebración para millones de familias.

Por Deyanira Vázquez | Reportera

La tradicional cena de Año Nuevo en México, que incluye platillos como pavo, romeritos y bacalao, se convirtió en un reto económico para muchas familias debido al incremento de precios registrado este año. Según testimonios, preparar una cena austera puede costar entre dos mil y tres mil pesos.

En tianguis y supermercados, amas de casa han señalado que los costos se dispararon en comparación con el año pasado. María López, madre de dos hijos, explicó que recorrió varios establecimientos buscando precios más accesibles, pero incluso productos básicos como el jitomate están por las nubes.

Un golpe al bolsillo en vísperas del 2025

Rosa Martínez, ama de casa de la Ciudad de México, lamentó que la cena navideña le costó más de tres mil pesos. Para la cena de Año Nuevo, planea recortar platillos para ajustar su presupuesto. «No hay dinero que alcance», expresó mientras evaluaba los precios del bacalao y los romeritos.

Por su parte, Ana Gómez, una mujer de la tercera edad, subrayó que este año ha sido particularmente difícil. “Aunque sea complicado, vale la pena reunir a la familia, aunque después suframos la cuesta de enero”, comentó mientras enumeraba los costos del ponche, uno de los elementos más tradicionales de la cena.

Las frutas de temporada también experimentaron incrementos notables. La caña de azúcar, el tejocote, la guayaba y las uvas tienen precios que oscilan entre los 30 y 200 pesos por kilo, complicando aún más los preparativos para los hogares con ingresos limitados.

Incrementos más allá de las frutas

Además de los ingredientes del ponche, otros productos esenciales para la cena de Año Nuevo sufrieron aumentos significativos. Según Ernesto Ramírez, economista, el chocolate en polvo subió un 11.22%, las carnes de ave un 12.72% y los refrescos un 4.75%. Estos incrementos afectan directamente a las familias mexicanas que buscan mantener las tradiciones sin descuidar su economía.

El costo del pavo, uno de los platillos principales, ronda los 700 pesos, mientras que los ingredientes para ensaladas y espagueti han aumentado entre un 5% y 8%. Esto ha llevado a muchas familias a replantear sus menús o reducir la cantidad de platillos servidos.

Los efectos de la inflación en las celebraciones

La inflación acumulada durante el año también tuvo impacto en los productos de temporada. Según datos oficiales, el precio del vino de mesa subió un 5.69%, dificultando la compra de bebidas para acompañar las cenas. A pesar de los esfuerzos por buscar opciones más económicas, las amas de casa coinciden en que las celebraciones decembrinas han perdido accesibilidad.

Luz Hernández, comerciante en un mercado de barrio, explicó que incluso en los tianguis los costos se han elevado, lo que ha reducido las ventas en comparación con años anteriores. «Los clientes compran menos y con más cuidado», señaló mientras despachaba frutas para el ponche.

Un año más austero para muchas familias

A medida que las fiestas se acercan, el panorama económico pinta complicado para millones de mexicanos. Aunque la tradición dicta reunirse en familia, la falta de recursos ha obligado a muchas personas a replantear la magnitud de sus celebraciones.

Organizaciones de consumidores han sugerido optar por menús más sencillos y planificar los gastos para evitar deudas en enero. Sin embargo, las familias de bajos recursos enfrentan un panorama incierto, especialmente con los gastos adicionales que representan los Reyes Magos. –sn–