El icónico acantilado sigue siendo un símbolo del espíritu guerrerense y un imán para el turismo nacional e internacional.
Por Ángel Verduzco | Corresponsal
En las costas de Acapulco, Guerrero, se alza La Quebrada, un majestuoso acantilado que, por más de 90 años, ha sido el escenario de un espectáculo único en el mundo: los clavados desde alturas de entre 18 y 35 metros. Este lugar no solo simboliza la conexión entre el ser humano y la naturaleza, sino que también se ha convertido en un emblema de valentía, historia y orgullo para el puerto guerrerense.
Los clavadistas de La Quebrada, conocidos por su destreza y precisión, desafían diariamente las impredecibles corrientes del Océano Pacífico. Más que un acto de habilidad, estos saltos representan una tradición que ha trascendido generaciones y consolidado a Acapulco como un referente turístico y cultural.
Un espectáculo que trasciende el tiempo
El espectáculo de clavados en La Quebrada se presenta diariamente en horarios de 13:00, 19:00, 20:00 y 21:00 horas. Sin embargo, es el show nocturno de las 22:00 horas el que cautiva por completo a los asistentes. Durante este acto, los clavadistas se lanzan portando antorchas, creando un fascinante juego de luces y sombras que envuelve el acantilado en una atmósfera mágica.
De acuerdo con el Fideicomiso para la Promoción Turística de Acapulco, esta tradición ha sido un motor económico y cultural para la región. Más allá de su impacto turístico, los clavados simbolizan el esfuerzo y la identidad de los acapulqueños.
En palabras de uno de los clavadistas veteranos, “cada salto es una muestra de nuestra pasión por mantener viva esta herencia que nos define como pueblo”. Este espectáculo, cargado de simbolismo, se ha mantenido como una experiencia imperdible para locales y visitantes.
El acantilado que une historia y turismo
Desde su origen hace 90 años, La Quebrada ha sido testigo del paso del tiempo, transformándose en un referente turístico. Visitantes de todo el mundo llegan al puerto para presenciar los clavados y experimentar la hospitalidad característica de Acapulco.
El acantilado no solo es un atractivo turístico, sino también un lugar lleno de historia que refleja el espíritu de resiliencia de los habitantes de Guerrero. En este 90 aniversario, los clavadistas invitan a las familias a ser parte de una tradición que ha trascendido fronteras y generaciones.
Costos y accesibilidad del espectáculo
El espectáculo de clavados se realiza en el mirador de La Quebrada. El costo de entrada es de $100 MXN por persona, sujeto a modificaciones. Este precio representa una inversión accesible para disfrutar de una experiencia que combina adrenalina, belleza natural y tradición.
Además, La Quebrada es el punto de partida ideal para explorar las playas y atractivos de Acapulco, consolidado como uno de los destinos turísticos más vibrantes de México.
Una tradición que une generaciones
A lo largo de los años, La Quebrada ha logrado no solo consolidarse como un atractivo turístico, sino también como un símbolo de la identidad guerrerense. Los saltos desde el acantilado han inspirado a generaciones de clavadistas que han hecho de esta práctica su estilo de vida y legado.
En este aniversario, los clavadistas enfatizaron la importancia de preservar esta tradición para las futuras generaciones. “Queremos que los niños y jóvenes de Acapulco se sientan orgullosos de lo que hacemos aquí”, comentaron durante una ceremonia conmemorativa.
Acapulco, un destino lleno de magia y hospitalidad
La visita a La Quebrada se complementa con la posibilidad de recorrer el puerto y disfrutar de sus paradisíacas playas, su cálido ambiente y la diversidad de actividades que ofrece. Para los visitantes, este lugar se convierte en una ventana al pasado y una conexión con el presente vibrante de Acapulco.
El puerto sigue siendo un motor económico y cultural para Guerrero, y La Quebrada continúa como uno de sus mayores tesoros. En palabras de un turista frecuente, “venir aquí es recordar por qué Acapulco siempre ha sido especial”. –sn–

