Nuevas administraciones municipales de diversas entidades asumen el mando en medio de retos

Presidentes municipales de diversas entidades inician sus gestiones enfrentando problemáticas críticas como violencia, inseguridad y recursos limitados.

SN Redacción | Corresponsal

En las primeras horas de este 2025, alcaldes y cabildos de todo el país asumieron formalmente el liderazgo de sus respectivos municipios. Con escenarios diversos, las nuevas administraciones enfrentan complejas realidades, desde la crisis de violencia en entidades como Guerrero y Sinaloa hasta problemas de recursos y servicios públicos en el estado de México.

La ceremonia de toma de protesta estuvo marcada por discursos de compromiso con la ciudadanía. En muchos casos, las prioridades incluyen la mejora de seguridad pública, el abastecimiento de agua potable y la reestructuración de deudas que asfixian a los municipios.

En el estado de México, los alcaldes de 125 municipios comenzaron su gestión, 88 de los cuales pertenecen a Morena y sus aliados. Algunos iniciarán un segundo periodo tras la reelección, mientras que otros arrancarán nuevos proyectos prometidos durante sus campañas.

Inseguridad y retos sociales

La inseguridad figura como uno de los mayores desafíos en el Estado de México. Municipios como Naucalpan enfrentan altos índices de percepción de inseguridad, liderando las estadísticas a nivel nacional, según datos del Inegi.

El operativo Enjambre, impulsado por el gobierno estatal, evidenció la crisis en las instituciones policiales. Durante esta intervención, autoridades detuvieron a la alcaldesa María Elena “N”, junto con mandos de Naucalpan, Tejupilco y otros municipios, bajo acusaciones de corrupción y nexos con el crimen organizado.

En Santo Tomás de los Plátanos, la situación alcanzó niveles críticos. El alcalde suplente Ismael Félix Matías Domínguez asumió el cargo tras la fuga de su antecesor, Pedro Luis Hernández “N”, investigado por secuestro y presuntos vínculos con la Familia Michoacana.

Morelos: un compromiso permanente

En Morelos, los nuevos alcaldes comenzaron sus gestiones con respaldo del gobierno estatal. En municipios como Temoac, Tetecala y Cuautla, las administraciones entrantes priorizarán la colaboración interinstitucional para mejorar el bienestar social.

Durante la toma de protesta del alcalde de Cuautla, Jesús Corona Damián, el secretario de Gobierno, Juan Salgado Brito, prometió un apoyo permanente: “Contarás las 24 horas con nosotros, atentos a tu llamado para cualquier eventualidad”.

Los retos en Morelos incluyen fortalecer la seguridad pública y atender necesidades básicas como infraestructura y servicios comunitarios.

Coahuila: un enfoque en desarrollo

En Coahuila, municipios de la región sureste, como Saltillo y Ramos Arizpe, iniciaron una nueva etapa administrativa. El gobernador Manolo Jiménez Salinas participó en la ceremonia de toma de protesta de Javier Díaz González, alcalde electo de Saltillo, ratificando su respaldo institucional.

La nueva administración en Saltillo anunció planes para fomentar el desarrollo económico, mejorar los servicios públicos y garantizar la seguridad de sus habitantes. Estos objetivos serán alcanzados mediante políticas de inversión pública y trabajo coordinado con el gobierno estatal.

Un panorama complejo en Guerrero y Sinaloa

En Guerrero y Sinaloa, la violencia homicida continúa siendo el mayor desafío para los alcaldes entrantes. Municipios como Acapulco enfrentan crisis de seguridad derivadas de conflictos entre grupos criminales.

Los gobiernos municipales han prometido fortalecer las estrategias de prevención del delito y la coordinación con fuerzas estatales y federales. En Sinaloa, el incremento de extorsiones ha generado incertidumbre entre los ciudadanos, quienes exigen resultados inmediatos de las nuevas administraciones.

El reto de gobernar en un México dividido

Los nuevos presidentes municipales no solo enfrentan problemáticas locales; también deben atender las expectativas de una ciudadanía que exige transparencia, eficacia y soluciones. En un país con más de 30 mil homicidios anuales desde 2017, la inseguridad se mantiene como una prioridad nacional.

Además de la violencia, los retos financieros representan una carga considerable. En municipios con deudas acumuladas, las administraciones entrantes deberán buscar alternativas para reestructurar pagos y garantizar el funcionamiento de servicios básicos. –sn–