Ken Salazar

Ken Salazar, el embajador que abrazó la identidad mexicana

El diplomático culminó su gestión con anécdotas, sombreros y reflexiones

Por José Víctor Rodríguez | Reportero

Ken Salazar, embajador de los Estados Unidos en México, concluyó su labor en el país con una conferencia de prensa realizada en su residencia en la ciudad de México. Con sombreros en mano y un discurso cargado de nostalgia, el diplomático recordó los momentos más significativos de su gestión.

Salazar aseguró sentirse satisfecho con su trabajo, destacando los esfuerzos conjuntos entre México y Estados Unidos. “No me arrepiento de nada, me voy sintiendo que hicimos un trabajo fuerte y bueno. Espero que ese trabajo siga entre los dos países con mayor relación en el mundo”, expresó.

Uno de los símbolos más representativos de Salazar fue su sombrero, elemento que explicó como una expresión de su identidad. “Soy de rancho, campesino. Para mí, el sombrero es parte de mi vida, de mi familia, de mis abuelos. Desde niño lo he usado y durante toda mi carrera política lo he llevado conmigo”, compartió.

Relación bilateral: prosperidad y seguridad

Durante su intervención, Ken Salazar abordó los ejes principales de su gestión: la prosperidad económica compartida, la seguridad binacional, la migración y el entendimiento entre los pueblos de ambos lados de la frontera. Según el diplomático, estos temas fueron el centro de las políticas impulsadas durante su periodo.

El embajador recordó la importancia de la colaboración entre ambos países para abordar desafíos comunes. “Este es el tipo de trabajo que se debe llevar entre México y Estados Unidos, y confío en que continuará”, afirmó con determinación.

La bandera que ondeó en la Embajada de Estados Unidos

Como parte de la tradición del servicio exterior estadounidense, Salazar recibió la bandera que ondeó en la Embajada de Estados Unidos en México, así como en sus nueve consulados en el país. El diplomático señaló que este símbolo lo acompañará en su regreso a casa.

“Esta bandera representa el equipo de embajadores que trabajan por ustedes. Me la llevaré a mi casa, a mi rancho”, declaró mientras mostraba el emblema. Este gesto cerró su ciclo como representante diplomático en el país.

Anécdotas de un embajador cercano al pueblo mexicano

Durante la conferencia, Salazar compartió historias que marcaron su estancia en México. Recordó un encuentro con un campesino en Oaxaca, quien, al preguntarle sobre su sombrero, recibió una respuesta que reafirmó el vínculo del embajador con sus raíces.

El diplomático también mencionó su aprecio por la gastronomía mexicana, confesando que disfrutó especialmente la carne de Sonora y la comida callejera. Esta cercanía con las tradiciones locales lo consolidó como un representante que valoró profundamente la cultura del país anfitrión.

Un adiós con sombreros y gratitud

En un gesto inusual, Ken Salazar rifó varios de sus sombreros entre los asistentes, muchos de los cuales lo acompañaron en sus visitas por los estados de México. Este acto simbólico reafirmó el cariño y la conexión que estableció con el país.

“Estos sombreros son parte de mi historia como embajador. Me llena de orgullo saber que los llevarán quienes estuvieron cerca durante mi gestión”, expresó emocionado. Con ello, Salazar se despidió de México, dejando un legado de colaboración y respeto mutuo. –sn–