La violencia en Michoacán se recrudece; enfrentamientos entre cárteles dejan decenas de muertos; suman cuatro cabezas humanas aparecidas en las últimas 24 horas
Por Alfredo Martinez | Corresponsal
Este miércoles 15 de enero, tres cabezas humanas fueron encontradas en el centro del municipio de Apatzingán, ubicado en la región de Tierra Caliente, en Michoacán, con lo que suman la aparición de cuatro de ellas en las últimas 24 horas. La Fiscalía General del Estado de Michoacán confirmó que los restos pertenecían a hombres y hasta el momento no han sido identificados.
Apenas este martes, SOCIEDAD NOTICIAS dio a conocer la aparición de una extremidad humana abandonada frente a la Catedral de Apatzingán, Michoacán.
Junto a las cabezas humanas localizadas este miércoles, se encontraron carteles con mensajes amenazantes dirigidos al grupo criminal conocido como «Los Templarios«. Este hallazgo refuerza la escalada de violencia que vive el estado, atribuido a las disputas entre organizaciones delictivas que buscan el control territorial.
En lo que va del año, Michoacán ha registrado 57 homicidios, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Este dato refleja una tendencia alarmante que parece incrementarse con el paso de los días.
La guerra entre cárteles intensifica la violencia
Michoacán es escenario de una guerra abierta entre al menos 14 organizaciones criminales. Entre los grupos en conflicto se encuentran el Cártel de Tepalcatepec y Los Caballeros Templarios, quienes compiten contra el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Los Viagras, Los Blancos de Troya y el Cártel de Acahuato.
Estas organizaciones no solo se disputan el control del tráfico de drogas, sino también actividades como el secuestro, la extorsión y el cobro de cuotas a municipios y empresas locales. Estas prácticas han sumido a la región en un clima de terror.
Minas terrestres: el nuevo peligro en Tierra Caliente
El incremento de la violencia no se limita a enfrentamientos armados. A finales de 2024, las autoridades reportaron la presencia de minas terrestres de fabricación casera en los municipios de Buenavista Tomatlán y Apatzingán, así como en el poblado de Los Gallineros, en Cotija.
Estas minas, colocadas por grupos criminales, han cobrado vidas tanto de civiles como de elementos de seguridad. En diciembre pasado, cuatro personas murieron y otras 13 resultaron heridas durante operativos en los que buscaban desmantelar células delictivas.
Reacción de las autoridades y el contexto actual
A pesar del despliegue de fuerzas de seguridad, los cárteles han incrementado su control sobre las comunidades de la región. Las estrategias delictivas incluyen desde ataques directos hasta el uso de tecnología artesanal para generar caos y miedo entre la población.
En Apatzingán, el descubrimiento de las cabezas humanas representa un mensaje claro por parte de los grupos criminales que operan en la zona. La fiscalía anunció que abrirá una investigación, aunque no se han dado detalles sobre posibles líneas de acción.
Un estado bajo fuego constante
La situación en Michoacán refleja una crisis de gobernabilidad en la región. El avance de los grupos delictivos ha dejado a las comunidades atrapadas entre la violencia, la falta de seguridad y la creciente desconfianza hacia las instituciones.
Los municipios más afectados, como Apatzingán y Buenavista Tomatlán, se han convertido en focos rojos debido a la lucha por el control de rutas de tráfico y zonas estratégicas. Mientras tanto, los habitantes viven en un estado de miedo permanente. –sn–

