Gobierno estatal busca colaboración con municipios para combatir la delincuencia

Por Jorge Hernández | Corresponsal

Tras una serie de enfrentamientos entre policías de Puebla y grupos criminales, la Secretaría de Marina (Semar) asumirá la responsabilidad de capacitar a los uniformados en estrategias de combate directo contra el crimen organizado.

Francisco Sánchez González, vicealmirante de la Marina y actual titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Puebla, informó que 50 efectivos estatales recibirán entrenamiento especializado por parte de las Fuerzas Armadas. El objetivo es optimizar las capacidades operativas frente a la creciente amenaza de grupos delictivos en la región.

El vicealmirante explicó que se extendió una invitación al Ayuntamiento de Puebla capital para que 20 de sus elementos participen en el programa de capacitación. Sin embargo, enfatizó que los gobiernos municipales no están obligados a aceptar la oferta, ya que la decisión queda a discreción de cada administración local.

El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, respaldó esta iniciativa durante una conferencia de prensa, donde exhortó a los Ayuntamientos a actuar con firmeza y apego a la ley. “No puedo forzar un cambio de mando, pero insisto en que las autoridades locales deben priorizar la seguridad de sus comunidades”, expresó el mandatario estatal.

Coordinación y profesionalización de policías municipales

La capacitación que brindará la Marina tiene como propósito fortalecer las habilidades de los cuerpos policiales, además de fomentar la sincronización entre las corporaciones municipales y estatales. Según Sánchez González, la coordinación es clave para garantizar una respuesta eficiente ante amenazas del crimen organizado.

Actualmente, en 28 municipios de Puebla, la seguridad pública está bajo la dirección de militares con amplia experiencia en la Secretaría de Marina y el Ejército Mexicano. Esta tendencia ha surgido como una alternativa ante los altos índices de violencia registrados en varias regiones de la entidad.

El secretario de Gobierno de Puebla, Samuel Aguilar Pala, señaló que más municipios están interesados en adoptar mandos militares para liderar sus estrategias de seguridad. Esto, según él, se debe a los “resultados positivos” observados en localidades que han implementado este modelo.

Municipios buscan apoyo militar ante la inseguridad

En el municipio de Coronango, donde recientemente un enfrentamiento dejó como saldo a un policía y un civil fallecidos, las autoridades locales ya solicitaron la asignación de un mando militar. Aguilar Pala aseguró que esta medida forma parte de los esfuerzos por mejorar las condiciones de seguridad en la región.

El gobernador Armenta subrayó la importancia de fortalecer las instituciones locales mediante programas de capacitación y la colaboración interinstitucional. Asimismo, destacó que el éxito de estas estrategias depende de la voluntad política de los municipios para adaptarse a nuevas dinámicas de trabajo.

El modelo de mandos militares se extiende a nivel nacional

Puebla no es el único estado que ha recurrido a mandos militares para dirigir sus corporaciones policiales. Según datos oficiales, 15 entidades del país cuentan con militares al frente de sus estrategias de seguridad pública, todas ellas gobernadas por Morena, a excepción de Guanajuato.

En el caso de Guanajuato, el titular de la seguridad pública, Juan Mauro González Martínez, posee una sólida formación académica, que incluye una licenciatura en Informática Administrativa y una maestría en Seguridad Nacional por el Centro de Estudios Navales de la Secretaría de Marina.

Retos y expectativas de la estrategia de seguridad

A pesar de los avances logrados en algunos municipios, la inseguridad sigue siendo un desafío para las autoridades poblanas. Los enfrentamientos recientes han evidenciado la necesidad de reforzar las capacidades tácticas y logísticas de las corporaciones locales.

Los analistas coinciden en que la profesionalización de los cuerpos policiales es fundamental para garantizar la seguridad ciudadana. Sin embargo, advierten que este tipo de estrategias deben estar acompañadas de políticas públicas integrales que aborden las causas estructurales de la violencia. –sn–